Caliente, caliente. (Eo oa)

Es Stendhal.

Pero la pregunta no está contestada aún, ¿eh?

¿Nadie se anima por el maravilloso premio material de un chupa-chups Kojak y espiritual de pisarle la respuesta al listillo Tunner?

En vista de que no sale la respuesta, ahí va una pista:



El premio se ha incrementado con unos caramelos PEZ.

Stendhal, en un capítulo de "Vïda de Rossini" acusa al Cisne de Pesaro de haber desterrado la capacidad de inventiva e improvisación de los cantantes por escribir todos los ornamentos y agilidades.

"De un arte en el que los más bellos efectos se obtienen muchas veces en la improvisación del cantante"

Así es. Y es que Stendhal añoraba esa libertad para ornamentar que veía extinguirse con los últimos castrati de renombre, como Pachierotti, Marchesi, Crescentini o Velluti.

Pero al parecer Rossini abominaba bastante de tales libertades que, según su parecer, adulteraban su partitura hasta el punto de hacerla irreconocible. Por ese motivo se arrepintió de haber elegido a Velluti para el papel de Arsace en Aureliano in Palmira.

Y fue así que, Rossini por su parte fijando la ornamentación por escrito y, por otra, otras cuerdas vocales (mezzosopranos, tenores) haciéndose con los papeles cantados por los castrati, aquella tradición de la improvisación para ornamentar entró en declive.

No obstante, cantantes como Crescentini dejaron su herencia en sus ilustres alumnos, entre los que se contaban por ejemplo Giuditta Pasta o la propia mujer de Rossini, Isabella Colbran.

Además, su legado se ha podido conservar gracias a la labor divulgadora de Manuel García hijo, concretamente en su obra "École de Garcia: Traité complet de l'art du chant". En dicha obra se recogen una serie de fragmentos y escenas interpretadas por Crescentini, supuestamente con los ornamentos de su cosecha, y por supuesto no falta el aria "Ombra adorata aspetta" que el castrato, en un alarde de "porque yo lo valgo", escribió para sí mismo, sustituyendo el aria original compuesto por Zingarelli en la ópera Giulietta e Romeo. Décadas después de la muerte de Crescentini, siguió considerándose el conjunto del aria y sus ornamentos una referencia en cuanto a excelencia vocal y musicalidad, y, gracias a ello, la práctica de ornamentar las arias como algo deseable o al menos aceptable.

Para concluir y volviendo a Rossini, a pesar de lo apuntado sobre el compositor de Pesaro (criticado por Stendhal), hay que decir que el compositor siempre tuvo admiración por estilo interpretativo de los castrati. Casi al final de su vida, reconoció que nunca los había podido olvidar, por la pureza y maravillosa flexibilidad de sus voces y, sobre todo, por su acento profundamente penetrante, cualidades todas ellas que le conmovieron y fascinaron más de lo que podía expresar.

Como curiosidad apuntar que el propio Rossini a punto estuvo de ser un cantante castrado, debido a sus grandes dotes para el canto, de no ser por la oposición de su madre a tal barbaridad.

Otra vez ganador Tunner. Puede pasar a recoger su bolsa de chuches cuando quiera.

No sé si este hilo está resultando interesante o todo lo contrario. Mi objetivo era poner de relieve una faceta (o parcela) del cantante de ópera que a menudo genera controversia, como es la de la ornamentación más allá de lo escrito por el compositor. Hacer un poco de historia, de análisis, de debate, etc., para que cada cual pueda sacar finalmente sus conclusiones.

La bibliografía es inmensa y hay todavía mucha tela que cortar, pero tengo que reconocer que actualmente, por motivos laborales y personales, no puedo dedicar al hilo el tiempo que requiere. Por lo tanto, dejo el hilo en este punto al foro para que pueda usarlo como prefiera, porque, tal como hablaba hace poco con un forero, caben muchos contenidos bajo este paraguas: se pueden detallar los diferentes ornamentos que hay, se pueden colgar grabaciones que nos gusten, se pueden comparar intérpretes que realicen distintos ornamentos en el mismo aria, etc.

Me despido de la audiencia por el momento y nos vemos en el 2025 para seguir charlando de esta y otras cosillas. Un saludo muy afectuoso para todos.

¿No vas a poner audios?

Adiós, Jane

(A ver, ahora, quién nos va a proporcionar las chuches... ).