1. NO-ORFEO Y EURÍDICE EN BOLOGNA (13 de enero de 2008)
Este año, como sabéis, estoy desplazado a Bologna, por lo que espero escuchar (y luego correr a contaros) un montón de funciones operísticas. Por de pronto, comienzo con ésta.
Domingo, 13 de enero. Una hora antes de la función, me voy a la taquilla del Teatro Comunale para recoger mi entrada y me topo con...
Roberto Alagna, ataviado con un sombrero "de tenor" (de como 25 centímetros de alto), también llamados sombreros de "mírame". Saluda muy cortésmente a los que estamos en taquilla. Parece de buen humor. Mejor -pienso yo-, así no nos dará la espantada, como en la Aida de la Scala.
Pero, ay, ojalá hubiese dado la espantada, porque lo que me esperaban eran dos horas de absoluto horror operístico....
.
Hacía bien el programa en decir: "Adaptación de David Alagna -el hermanísimo- de la versión de París de 1774", porque lo que escuchamos no fue Orfeo y Eurídice, fue otra cosa. Para empezar, David Alagna se cargó todos los
da capo, todas las agilidades, los ballets y gran parte del papel de Eurídice. Excluyendo el descanso, hubo sólo unos 85 minutos de música...
. Un recorte salvaje, injustificado y que dejó la ópera convertida en una especie de aburridísimo oratorio.
Además, el lumbrera de D. Alagna decidió que el papel de Amor lo iba a cantar un barítono. Y, además, no se iba a llamar Amor, sino "El guía"...
En fin, un despropósito ya desde la partitura.
Pero es que lo de la escena también era de traca...la puesta en escena más estúpida que he visto en años (y ya sabéis que tolero casi todo). Durante el preludio, vemos, a cortina abierta, a Orfeo y Euridice celebrando lo que parece su boda con unos amigos. Bailan (él muy bien, he de decir), brindan, hacen ruido (estropeando el preludio) etc.
Se cierra el telón y cuando se abre vemos un coche accidentado y los bomberos extrayendo el cadáver de Euridice. Una ambulancia, a su vez, recoge a Orfeo (todo esto ya lo hemos visto mil veces, pero bueno). Los bomberos recogen -otra vez con mucho ruido- el coche.
Siguiente escena (y a todo esto, aún no ha cantado nadie): un cementerio. Alagna, desconsolado, recoge el consuelo de sus amigos etc. Se le aparece el guía, un barbudo con gafas de sol y abrigo de cuero (sí, sí, Matrix) y se va con él al subsuelo, a través de una tumba (?).
Siguiente escena: tanatorio. Orfeo, que ahora está ciego (?), es guiado por el barbudo hasta una puerta. Aparecen los espíritus malditos, vestidos con unos trajes blancos, papel higiénico/vendas en la cara, cual momias, armados con unos neones de cocina (o sables laser, quién sabe). Al final lo dejan pasar a una sala en la que hay unos maniquíes colgando (?) y Euridice. Orfeo, contento, se la lleva.
De vuelta al lugar del accidente, Euridice está molesta por la actitud de Orfeo, que no quiere ni mirarla. Dolida, agarra de la corbata al guía y comienza a trincárselo dentro del coche, mientras canta con la cabeza fuera de la puerta (??). Orfeo la mira, por fin, y el escenario desaparece hacia el subsuelo, quedando Orfeo solo cantando el "che faró etc" (aria que detesto y que, por desgracia, era la única no cortada).
Del subsuelo vuelven las tumbas (otra vez). Orfeo se queja amargamente y se acaba la obra...
En fin, una gilipollez difícilmente superable a cargo de David Alagna (ayudado por su hermano Frederic en la escenografía, todo queda en casa...).
Y desde el punto de vista musical, el horror...Alagna, desde el minuto 1 con la voz íntegramente proyectada contra su nuez. Espantoso. Tiene volumen, pero ojalá no lo tuviese. Todo engolado, todo gritos, desafinaciones...horripilante (y eso que no tenía que dar agudos, ni agilidades ni na de na!). El aria? horrible, nefasta.
Aquí se produjo una anécdota que me hizo gracia. Acabado el "che faró senza Euridice?", el público estalla en una ovación (!!!!!!!). Pero, ay! una voz femenina gritando:
buuuuuuuuu comienza a imponerse a la ovación. Alagna se inquieta, mira al público. Siguen los aplausos, pero por encima de todos se oye ese
buuuuuuuuuu. Empiezo a reírme. Esa señora tiene más sentido de la proyección sonora, más volumen y más squillo que 4 alagnas. Acaba la ovación y se oye
buuuuuuuuuuuuu....
...el público mayoritario, molesto, comienza a aplaudir otra vez, sólo unos instantes. Se hace el silencio y una voz dice:
-Bravo!
A lo que la señora repuso:
-No.
buuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
En cuanto al resto del reparto, Serena Gamberoni tiene buena voz, pero, claro, con ese Orfeo y con sólo un tercio de tu papel a tu disposición, cualquiera hace algo interesante. Decente. Marc Barrad fue el guía...pasable.
La dirección, un tostón (yo creo que para que no se notase que había tantos cortes...con un poco más de marcha en la orquesta, la ópera hubiese durado una hora como mucho...
). El coro, flojo.
En resumen...horrible.
Próximo compromiso:
-Este domingo, salvo hecatombe, iré a Rávenna a oir LVT, con Ángeles Blancas en el papel de institutriz y un contratenor, por desgracia, en el de Miles. Os contaré.