Spinoza escribió:
Wagnermania escribió:
Caracterizaremos en primer lugar sus cualidades vocales. Su voz era, en principio, de un color oscuro, con un centro de gran belleza y una zona grave amplia y potente, que asentaría y daría cuerpo con la edad, lo que le permitiría, avanzada su carrera, cantar papeles de mezzosoprano. Cabe destacar también la calidez de la voz, con una textura como de “madera”, si se me permite la expresión. La zona aguda era, así mismo, soberbia, con facilidad para ascender hasta el extremo de la tesitura (los Do sobreagudos de Isolde y Brünnhilde, por ejemplo) sin mayores complicaciones. Claro que su facilidad en el registro agudo empezó a decaer a principios-mediados de los años 60, lo que sin duda se debió a la cantidad enorme de representaciones que cantó en un repertorio tan extenuante como el de soprano dramática desde el inicio de su carrera en 1941.
Se la suele comparar negativamente con Birgit Nilsson, quien poseía, como es bien sabido, un registro agudo verdaderamente indestructible. No lo veo, sin embargo, justo. Hay que tener en cuenta que, pese a tener la misma edad (se llevan pocas semanas), Varnay debutó a los 23 años, mientras que Nilsson no había concluido aún sus estudios. La primera había cantado mucho ya cuando la carrera de la segunda no había apenas comenzado a despuntar, por lo que el ocaso vocal de ambas voces no coinciden: Varnay empezó su declive a principios de los 60 mientras que Nilsson continuó en buena forma durante los años 70 (por tanto, la plenitud vocal de la Varnay y de la Nilsson se separan unos 10 años). También debemos tener en cuenta que Varnay inició una “Segunda Carrera” tras retirarse como soprano dramática y Nilsson simplemente se retiró.
También se la suele comparar negativamente frente a la más grande de las sopranos wagnerianas de todos los tiempos, Kirsten Flagstad. Eso no es del todo aceptable. Si bien Varnay nunca poseyó la belleza vocal apabullante de la noruega, ésta jamás supo desenvolverse en escena tan bien como la primera, que era una actriz de primer orden. Pero la voz de la Varnay tenía la calidad suficiente y sobrada para igualar a Flagstad e incluso superarla, como es el caso, en mi modesta opinión, de su Brünnhilde. Tal vez Flagstad sea la reina de las Isoldes, pero Varnay es entonces la reina de las Brünnhildes.
A veces he visto destacar en alguna publicación un aparente defecto de la voz de la Varnay: al iniciar una frase, la voz fluctuaba, como insegura, para afianzarse en seguida. Yo no lo veo como un defecto, sino como una cualidad más del estilo tan característico y personal de la húngara-sueca-americana.
Por último, es imprescindible citar una característica fundamental de la voz de Varnay: sus legendarios reguladores. Era capaz de pasar del piano al fortísimo haciendo crecer gradualmente el volumen de la voz. De esto volveremos a hablar cuando comentemos su Brünnhilde.
En el curso de su muy amplia carrera abordó todos los papeles wagnerianos para soprano: desde Eva a Brünnhilde, desde Senta a Kundry. A partir de este punto, voy a hacer un comentario breve de las virtudes de cada rol wagneriano que abordó, dando las pertinentes indicaciones discográficas disponibles en soporte compacto.
Como es habitual en la wagnerofilia, se debe de considerar de mal tono hacer referencia a cuestiones banales como la esporádica desafinación o el agudo a veces abierto. (Por ejemplo, en la "Maldición" del
Lohengrin de 1954 hay un rosario de estos problemas)
Y lo de "un aparente defecto de la voz de la Varnay: al iniciar una frase, la voz fluctuaba, como insegura, para afianzarse en seguida. Yo no lo veo como un defecto, sino como una cualidad" me ha parecido muy divertido.
Por lo demás esta cantante me parece una Fuerza de la Naturaleza, no siempre bajo control.
A ver si este mes puedo prestar más atención a este subforo.