tucker escribió:
Función de anoche dia 2, con el "denominado 2º cast o cast alternativo "
Decir antes que nada que particularmente, el ONEGIN no es el Txaikovski que más me agrada; me sobra el primer cuadro bucólico que no me dice nada y para mi, ésta ópera me despierta a partir de la lectura de la carta por Tatiana.
En cuanto a la coproducción de Ch. Loy presentada en este ONEGIN, muy propia del regisseur germano, trasladada a la época actual más o menos, minimalista, sobria y con bastante enfatización hacia la psicología de sus personajes, combinando realismo con sueños o imaginación ( sobre todo de Tatiana y de Onegin), buena dirección actoral aunque interpretable, con un escenario más o menos fijo de la gran casa de campo inicial de la familia para irse transformando paulatinamente en más reducido para el desenlace final con el duo de Tatiana y Onegin.
Buen juego de luces, a veces exceso de personajes en escena ( demasiadas sirvientas que muestran su " trabajo" y también su " cierto desenfreno") y para mi lo que menos me gusta es la resolución del duelo y post muerte de Lenski, con una "Polonesa" que se transforma en una reiterada " conga" incluso con el pobre Lenski " resucitado, después de estar su cadáver en un rincón casi 10' mientras todos bailotean.
En líneas generales, más que correcta regia y con el plus de no molestar el desempeño de las voces solistas.
En cuanto a la orquestación de J. Pons, es de las veces que menos me ha molestado. Sin ser una dirección brillante en cuanto a sonido, sí se nota que ha existido trabajo y muchos ensayos. Incluso diría que Pons, sin que sirva de precedente, ha estado más atento que otras veces hacia los cantantes. Notable la sección de cuerda , dirección algo acelerada en cuanto los tempi, exagerados quizás en los bailables y sobre todo durante " esa conga" en la que Loy convirtió la Polonesa inicio tercer acto; también alguna descoordinación entre el foso y la escena, sobre todo durante el enfado de Tatiana cuando rompe la o las cartas donde la orquesta parece que " sprinta".
En cuanto al coro, debería mejorar y o renovarse : excesivamente vehemente y o excesivo canto en forte.
Vamos resumiendo con los solistas :
Onegin, fue el barítono ucraniano Iuri Smoilov al que no tenía el gusto de conocerlo : voz con cuerpo, consistente en todo momento, muy incisivo en su interpretación, con matices siempre tirando a la parte más irascible, aunque escaso de clase en sus momentos más líricos. Intenso aunque exageradamente gesticulante, en su gran duo final.
Tatiana, fue la rusa / armenia Kristina Mkhytaryan a la que conocía hace unos años de una Mimí. Voz amplia de lírica, sobre todo a partir de su registro central hacia arriba ( no siempre controlado su registro agudo ), con justeza en cambio en la parte de su registro grave.
Típica voz eslava , metalizada más bien y que también muestra un fraseo intenso. Interesante intérprete aunque su lectura de la carta no fue lo más emotivo. Más buena voz que cantante refinada ( No es la Netrebko ni por supuesto la Freni, últimas Tatianas a las que he visto en teatro ).
Lenski, fue el barcelonés Josep Bros, tenor al que profeso un gran aprecio en lo profesional y porqué no decirlo en lo personal, al que llevo escuchando y siguiendo desde sus debuts en 1.992. Creo sin equivocarme, que es la primera vez que Bros canta algo ruso o eslavo ( le he escuchado un montón de veces en repertorio alemán, francés , por supuesto italiano).
Canta con su clase habitual e interpreta un Lenski apasionado e intenso, con un braveado por su legato, variaciones ( excelentes medias voces)...kudà kudà... Quizás en las partes más dramáticas ( enfado con Onegin y duelo ), se puede apreciar alguna oscilación vocal, pero en cuanto a fraseo y canto, Bros ha estado muy convincente ( por cierto, bastante buena dicción rusa ).
Gremin, fue el joven Bajo Adam Palka, buena y bastante rotunda voz de Bajo aunque le falte cierta clase y bastantes matices en su gran escena del último acto...Onegin...( después de escuchar en el 89 a un maestro como Ghiaurov, el joven Palka tiene bastante que aprender ).
Asimismo y por exigencia de Loy, Palka también inetrpretó el rol del 2o Bajo Zaretsky ( que inicialmente estaba previsto para S. Palatchi pero éste " fue removido" a exigencias de Loy, según parece ).
Destacar también la interpretación de Triquet por Mikeldi Atxanlandabaso ( ¿ bien escrito?), con excelente caracterización ( aunque su dicción francesa de sus piezas no era del todo entendible para quienes más o menos dominamos esta lengua).
En los demás roles, la Olga de Cristina Faus, sin interés alguno, mientras que la Larina con Mireia Pintó y la Nodriza con Janina Baechle, decepcionantes y cascaditas ya de voz.
Del primer cast, no puedo opinar, no lo he presenciado, ni creo repita.
Anduve por la Ciudad Condal y asistí a este Onegin, en el mismo reparto. Poco tengo que añadir a su crónica, salvo mi disgusto ante la Polonesa masacrada en escena. Una pieza de baile o danza no es sólo su música, sino también su coreografía. Cuerpo y alma, alma y cuerpo. Si ejecuto una sardana con música de pasodoble ni respeto la coreografía ni tampoco la partitura. Así lo veo yo.
Y sí, ha citado usted correctamente a Mikeldi Atxalandabaso. Al hilo de estos apellidos difíciles (para nosotros) me ha dado por pensar que los cantantes de ópera nunca se dotan de un nombre artístico, más sonoro, evocador o pegadizo, como es usual es otras ramas de arte, musical o no.
Así, José Monje Cruz era Camarón de la Isla; María Antonia Abad Fernández fue Sara Montiel; José Luis Rodríguez González canta como El Puma (si es que sigue cantando); Margarita Carmen Cansino
se hacía llamar Rita Hayworth; suma y sigue con los nombres artísticos.
En el mundo de la ópera los nombres artísticos no son usuales, ¿qué opinan ustedes?