Efectivamente, como comenta Jose Luis, el Concierto de Juan Diego Flórez fue de alto nivel . A mi también me hizo ilusión el volver a nuestro querido Teatro Principal, allí ví mi primera ópera (Nabucco), y fue la primera vez que llevé a mis hijos a ver una (La flauta mágica), por lo que guardo muy buenos recuerdos.
A diferencia del Concierto de Yoncheva, Diego Flórez vino a dar el do de pecho (nunca mejor dicho), y con las condiciones que tiene eso se nota, y da como resultado lo que pudimos disfrutar. Es conocida, su capacidad técnica y la facilidad que tiene para alcanzar las notas más complicadas sin aparente esfuerzo, su “Tombedegli avi miei…fra poco a me ricovero” de Lucia, y “Salut! demeure chaste et pure”de Faust fueron soberbias, aunque estuvo bien en todo lo que interpretó. Si acaso en “Che gelida manina” fue el único momento que me dió la impresión que llegaba al final un poco más forzado, pero en conjunto estuvo fenomenal. Una gozada.
Con las canciones populares que siempre añade, queda muy bien y como además es simpático, se lleva al público de calle, aunque a mi no me termina de convencer, porque como ya he comentado otras veces, es como usar un Formula 1 para darse unas vueltecitas por la calle y hacer unos cuantos trompos, pero no pasa nada, hay mucha gente a la que le gusta.
La Orquesta no se si es que estamos acostumbrados a la magnífica acústica de Les Arts, o que la Orquesta es superior, pero no tuvo en algunos momentos la tensión que requería, aunque en conjunto estuvo correcta.
En fin, una noche lírica de las que hacen afición, en la que por cierto la mayor parte del público eran señoras, no se si es porque en el Palau de la Música que era el organizador del Concierto (está en obras) predomina entre sus socios/as, el mal llamado sexo débil.
Los que no tienen nada de sexo débil son el lujo de amigos que me acompañaban: Jose Luis, Dufol, Mandryka y Radamés, mas bien unos Tigres. Casi ná.
Desde luego una noche de disfrute con un extraordinario cantante, la prueba es que duró dos horas sin descanso, y aún se hizo corto. Que haya muchas como estas.
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Era tan pobre que solo tenía dinero.
La vida está llena de pequeñas cosas que son las que te hacen feliz.