joseluis escribió:
“La pícara molinera”. Esta sí que me gusta. Una obra un tanto atípica, con una música altamente dramática que incluye romanzas. duos, un concertante, y sin partes cómicas.
"La pícara molinera" es un pedazo zarzuela, una cumbre del género. Yo no pierdo la esperanza de verla representada alguna vez en La Zarzuela. Y sí tiene números cómicos (unos cuantos además), lo que pasa es que en esta grabación están cortados. Creo recordar que faltan al menos cuatro números de la partitura. Y coincido en la magnífica interpretación de Ausensi (una de las mejores suyas en todo el repertorio zarzuelístico), en un papel terrorífico, de canto desaforado en una tesitura inclemente, pero que saca adelante con mucha gallardía vocal y con una gran impronta en la definición de su complejo personaje. No alcanza los níveles estratosféricos de Marcos Redondo, cuya grabación es un auténtico monumento vocal y expresivo, pero lo secunda con mucho honor.
joseluis escribió:
“El último Romántico”. Muy distinta de la anterior, predominando los números ligeros, pasacalles, etc, con tres romanzas (entre ellas, la celebérrina “Bella enamorada”, que inicialmente perteneció a “La del Soto del Parral” con otra letra)
Desde hace tiempo viene circulando este bulo que es completamente falso. Esa romanza nunca perteneció a "La del soto del parral", sino a una versión anterior de esta zarzuela, titulada "La canción de los batanes", obra que Soutullo y Vert reformaron y convirtieron en lo que hoy conocemos como "La del soto del parral". Entre los números que desecharon de esa primera versión está la famosa romanza que luego pasaría directamente a "El último romántico". En recientes reposiciones del "Soto" les ha dado por incluir la romanza para que el tenor tenga un número solista, pero se trata de una decisión arbitraria no de una recuperación filológica.
Y la "Bella enamorada" es muy bonita y muy perfumada (y "requeteoída"), pero la gran romanza del tenor es la otra, la del segundo acto, con su tono crepuscular y marchito, que sin embargo ningún cantante tiene la fantasía de recuperar.
Hace usted muy bien en escuchar zarzuela: desentumece los tímpanos y regocija el espíritu, algo muy necesario en estos tiempos de penumbra y desquiciamiento general.