Carl Tunner escribió:
Merecido descanso para el fenómeno vocal de las últimas décadas. Por mi parte darle las gracias por todo lo que me hizo disfrutar en vivo, con un buen puñado de momentos, pasajes y funciones completas realmente memorables que han quedado sedimentados en mi cerebro para siempre.
Después de ella y la Devia, el belcanto queda triste, yermo, desierto, huérfano y maltratado.
Gracias Doña Edita!!!
Nunca le agradeceré lo suficiente al Sr. Tunner cuando hace cerca de 14 años, le dije que no había escuchado en vivo a la Gruberova y me insistió en que no perdiera la oportunidad de hacerlo cuando fuera posible. Yo le había explicado que en disco no soportaba determinados portamenti y manierismos, especialmente en Mozart, pero el Sr. Tunner me insistió en que tenía que escucharla en vivo y que me iba a alucinar. Afortunadamente le hice caso y me fui a en seguida a Oviedo a un concierto que dio creo que con su ex marido. Fue una de las experiencias operísiticas más alucinantes que he vivido. Me tuve literalmente que agarrar al asiento. No podía creer que ese chorro de voz cremoso, regulado a placer, con un registro agudo apabullante, fuera real, pudiera ser emitido por un ser humano. Tuve la sensación de que Doña Edita hacía literalmente lo que quería con la voz. Quedé en estado de shock. Desde entonces no perdí oportunidad de verla. Recuerdo que cuando dio un recital, hace pocos años en el Real, me la encontré paseando entre la Plaza de Santo Domingo y la Plaza del Callao. Me acerqué emocionado a ella y la saludé, y además de decirle que iría a su recital, le agradecí personalmente todos los momentos maravillosos que he vivido gracias a ella.
Mañana por la tarde partiré de nuevo a A Coruña para disfrutar de un recital de la Devia el próximo viernes. Afortunadamente parece que no tendremos de nuevo los problemas de aforo que sufrimos hace un par de semanas en el Teatro Colón en el Concierto de Grandes Voces y en la Verbena de la Paloma, cuando a pesar de que los Amigos de la Ópera de A Coruña habían tomado las medidas anti COVID y lo tenían todo, como siempre, estupendamente organizado, Sanidade de la Xunta salió con que solo podían pasar 60 personas. Quizás sea la última posibilidad de escuchar a la Devia. Ojalá que no. Y ojalá que haya alguna posibilidad de escuchar de nuevo a Gruberova, pues aunque la edad y el desgaste son ineludibles, de vez en cuando aparecen destellos de su arte inconmensurable.