Charles Hackett debuta en el Metropolitan en enero de 1919, en la época dorada de Caruso, Barrientos, Mardones, De Luca y otros grandes, tras varios años de carrera en Italia (Génova, Milán, Parma, Piacenza, Roma, etc.) y presentaciones en varios escenarios americanos (Nueva York, Boston, Albany, Manchester, Worcester, Providence, Buenos Aires, etc.). Durante esos primeros tiempos de carrera metropolitana fueron numerosos los éxitos, a juicio de la entusiasta crítica de la época. Sirva como ejemplo este artículo publicado en el
New York Tribune el 13 de abril de 1919:
"CHARLES HACKETT MAKES DEBUT IN TOSCA AND SCORES INSTATANEOUS SUCCESS”
Charles Hackett made his debut as Mario Cavaradossi in Tosca yesterday afternoon at the Metropolitan Opera House. His success was instantaneous and unquestioned, and he displayed a warmth of tone which had previously been hinted at only in Mireille.
Mr. Hackett posseses an unusual combination –youth, a voice, a polished style, a fine presence and a keen dramatic sense. He is already worthy of a place in the great tradition of operatic tenors.
His Cavaradossi was in some respects the best since Signor Caruso last essayed the part, and in one respect it was superior even to that Enrico -it was Cavaradossi of a distinction and refinement such as a New York has not seen in many years".Más comedida e imparcial parece esta reseña del
Evening Telegram (7 de marzo de 1920), que menciona no sólo las virtudes sino también los defectos.
"For the first time here, Charles Hackett sang the role of Des Grieux. In fact, he had never sung it before on any stage. To sing a part in which Enrico Caruso’s golden voice has been heard to advantage, and in which the distingued art of Lucien Muratore has been deftly exploited, was not a small undertaking. It of necessity called for comparisons. Fort he first two acts Mr. Hackett held his own valently. His first set duet was excellent and the lovely “Reve” in the second was beautifully sung. Mr. Hackett did it with a lighter, more graceful touch than the others. He had not the thrilling tones of Caruso nor the subtle nuance and perfect diction of Muratore, but his singing had charm. The more dramatic “Ah, Fouyez Douce Image” was not so good. His voice is best when it is not used too strenuously. His acting was very good, but his diction was not so praiseworthy".Anuncio publicado en The Arizona Republican (20 de noviembre de 1919).Con una prometedora carrera en el teatro y la bendición de su director general, Giulio Gatti-Casazza, sorprende que abandonara la compañía en abril de 1921. Parece ser que la creciente competencia tenoril en el teatro junto a las oportunidades profesionales en Europa -Toscanini le invitó a la Scala para cantar
Il Barbiere di Siviglia en 1922- condicionaron su regreso a Europa, donde cosechó grandes triunfos en París, Londres, Monte Carlo, Estocolmo, etc. Un crítico del
Daily Express escribía en 1923:
"He is undoubtedly the best tenor I have heard since 1914. His voice, which is of the first order, has the real operatic quality. His italian diction, his phrasing, his management of diminuendo and crescendo anywhere in the register all are impeccable. What is more, he sings the music as if he meant every note of it, throwing himself with the utmost conviction into Rigoletto, Tosca and Boheme alike.
I have never heard anybody, not even Caruso sing Questa o Quella better. Indeed the only criticism that I would venture to pass on his singing is that he might occasionally ‘darken’ as the technical jargon has it, his tone with advantage; it is somewhat monotonously brilliant. Will England, I wonder, ever produce singers like this?".No todo fueron cálidas alabanzas por parte de la prensa y en la revista
Les Potins de Paris (5 de mayo de 1922) podía leerse:
"Puis fut le tour de M. Charles Hackett, le plus célèbre ténor américain. Il est curieux de constater que chaque ténor d’ Outre-Atlantique -le nombre en est réduit d’ailleurs- nous est annoncé comme «le plus célèbre ténor des Etats-Unis». Ainsi le fut-il, l’an dernier, pour M. Mac Cormack. Ce M. Hackett, qui possède une voix facile et assez étendue, parut dans La Tosca où il ne se montra ni meilleur ni plus mauvais que beaucoup d’autres Mario Cavaradossi. A aucun moment de la représentation, il n’eclipsa le Léon Beyle de la bonne époque".Aquella gira europea de comienzos de los años 20 también le llevó a España y el 8 de septiembre de 1923 ofrece
Manon en el Gran Kursaal de San Sebastián, aprovechando las vacaciones en la ciudad del rey Alfonso XIII quien, según se publicó en el
Evening Telegram (26 de agosto de 1923), solicitó a Hackett cantar un programa de canciones. La llegada del tenor a nuestro país no pudo ser más accidentada y dio lugar a una de las anécdotas más curiosas de su vida: acompañado de la soprano Maria Kousnetzoff, con quien iba San Sebastián, fue acusado de bolchevique y detenido durante 5 horas por las autoridades españolas en la frontera con Francia. Además, se unió la dificultad de haber extraviado el pasaporte. Al final unos amigos acudieron al rescate y el tenor pudo salir del aprieto. El episodio fue publicado en varios periódicos extranjeros.
En julio de 1923, Hackett firmó un contrato con la Ópera de Chicago, ciudad en la que cantó con regularidad hasta comienzos de los años 30, siendo quizás la etapa profesional más conocida y relevante de su carrera. Apreciado en los escenarios de medio mundo (también cantó en Rio de Janeiro, Viena, Berlín, Munich, Madrid, Barcelona… e incluso dio una gira en Australia en 1928), Hackett se convirtió en una figura popular gracias también a su actividad concertística y a sus frecuentes apariciones en la radio interpretando arias y canciones.
The Richmond Times-Dispatch, 12 de octubre de 1919.The Sunday Star, 18 de junio de 1933.Además de la voz, su elegancia y apostura física (
"the Met’s best dressed man", podía leerse en el
New York Post el 16 de marzo de 1939) favorecieron sus apariciones cinematográficas en el período 1927-30, pues participó en cortometrajes musicales de Vitaphone -en YouTube pueden verse unos cuantos del tenor- que eran un reclamo en aquellos primeros años del cine sonoro.
The Indianapolis Times, 7 de mayo de 1927.Binghamton Press, 19 de septiembre de 1927.
Charles Hackett regresó al Metropolitan en 1934, permaneciendo en el mismo hasta 1939. De esta segunda etapa metropolitana han sobrevivido dos broadcasts que ilustran las cualidades de su canto, del que destaca un cuidado fraseo y un notale oficio en el repertorio francés (en el debe, unos efusivos agudos a los que les falta brillo): en el primero, del 26 de enero de 1935, le encontramos en la ópera
Roméo et Juliette de Gounod. Como muestra, la cavatina del acto segundo:
Charles Hackett. "L'amour!... Ah! lève-toi, soleil!" (Met, 1935)Algo menos conocido es su segundo broadcast (13 de marzo de 1937), de la ópera
Mignon de Thomas, un título bastante popular aquellos años en el teatro neoyorquino. En mi opinión, uno de los grandes servidores de la ópera en el Met, junto a Richard Crooks y Armand Tokatyan. Escuchamos el aria del acto tercero:
Charles Hackett. "Étrange regard!... Elle ne croyait pas" (Met, 1937).Tras su salida del Met, se dedicó a la enseñanza en la Juilliard School of Music. Charles Hackett falleció tras una apendicectomía en un hospital de Queens el 1 de enero de 1942, a los 52 años. A su funeral asistieron unas 500 personas, acudiendo numerosos colegas y personalidades del Met como Lily Pons, Charles Kullman, Frederick Jagel, Richard Crooks, Richard Bonelli, Désiré Defrère, Edward Johnson, Emil Cooper, Frank St. Leger, Giorgio Polacco, Edward Ziegler, etc. Dejó mujer (Virginia Zucchi), tres hijos (Carla, Joan y Charles) y 5 hermanos, uno de los cuales también hizo carrera como tenor, Arthur Hackett.
Anuncio en la edición europea del Chicago Tribune (París, 22 de junio de 1927).