HANDEL - Agrippina (Erato)
Joyce DiDonato (Agrippina), Elsa Benoit (Poppea), Luca Pisaroni (Claudio), Franco Fagioli (Nerone), Jakub Józef Orliński (Ottone), Andrea Mastroni (Pallante), Carlo Vistoli (Narciso), Biagio Pizzuti (Lesbo), Marie-Nicole Lemieux (Giunone).
Il Pomo d'Oro. Dir.: Maxim Emelyanychev.Händel suele hacerme más llevadera la ópera barroca, pero en este caso no ha funcionado. A pesar de un libreto no exento de interés,
Agrippina me ha parecido una obra bastante convencional, donde el genio del sajón solo escapa a la cansina sucesión de recitativos secos y arias da capo en momentos aislados, especialmente en el segundo acto, que cuenta con un gran número concertante (
De timpani e trombe), algún recitativo con más presencia orquestal (
Otton, Otton), y un aria de bastante enjundia (
Pensieri, voi mi tormentate).
La versión seguro que la conoce ya buena parte del foro, porque ha estado rulando por escenarios españoles. Me ha impresionado poco. El trío de contratenores es particularmente cargante, incluido Fagioli, que exhibe amplitud de registro y su conocida pirotecnia, pero se entrega en esta ocasión a un cacareo modo Bartoli completamente inexpresivo y sin ninguna coherencia sonora; lo peor que le he escuchado hasta el momento. Orlinski, el saltimbanqui polaco, todavía tiene que demostrar que es algo más que un fenómeno mediático y la presencia canora de Carlo Vistoli es irrelevante. Frente a ellos, las voces más operísticas suenan agigantadas. Luca Pisaroni casi parece Stracciari, aunque sus intentos de componer un personaje no terminan de despegar y el fraseo esté a veces fuera de estilo. Elsa Benoit, sin ser una cantante extraordinaria, deja alguna de las intervenciones más lucidas del disco y encaja mejor con orquesta y compañeros que Pisaroni. El otro barítono italiano, Andrea Mastroni, también suena como un trueno en medio del firmamento barroco, pero emite algunas notas graves que se acercan mucho al eructo.
Y dejo para el final a la estrella del espectáculo, una Joyce DiDonato decepcionante. A mí esta señora siempre me ha parecido bastante irregular; dicen que gana muchísimo en directo. Aquí yo creo que no hay por dónde cogerla: canto estentóreo, sin la menor comunicación con sus compañeros de reparto, fraseo espasmódico en el que uno no sabe qué parte atribuir a la pretenciosidad y qué parte a la falta de fiato, colorido tan variado como la bandera LGTB… En fin, que me perdonen sus admiradores, pero voy a tardar una temporada en volver a escucharla.
Por no pintarlo todo negro, la producción de sonido es excelente y los señores de Il Pomo d’Oro cumplen con discreta dignidad.