Qué arte!!

"¿Qué es crítica, me preguntas
mientras versos románticos haces al albur?
¿Qué es crítica? ¿Y me lo preguntas?
Eso... Eres tú."
Ole, señor Tipo.
¡Y viva Espronceda!

Seguimos sin noticias del dúo Piscitelli/Korchak.

Las funciones del tercer reparto no han empezado todavía. Creo que la primera es este sábado.

Función del jueves 12, con Camarena y Yoncheva.
A nadie que le guste la música le puede gustar Bellini. Ya la obertura es tan vulgar y ramplona que hace daño. Si uno sacara del foso a la orquesta del Teatro Real y la sustituyera en bloque por la banda de la Infantería de Marina, daría igual. Afortunadamente la mitad del minutaje la orquesta está callada, dejando a los cantantes a capella, y la otra mitad el foso se limita a subrayar dócilmente los versos que van soltando en las tablas.
Si musicalmente El pirata no vale nada, vocalmente es otro cantar. ¡Esto es el paraíso de los foniatras, logopedas y otorrinos, porque para cantar Imogene y Gualterio hay que tener un par de cuerdas vocales muy, pero que muy bien puestas!
Camarena es el ídolo del Teatro Real y fue aplaudido y braveado más de lo que se merece. Nada tengo que objetar. La ópera es pasión, no un concurso de méritos entre funcionarios, y el público se apasiona con quien quiere. A mi juicio estuvo voluntarioso y a la vez incómodo. No tiene esa hermosura de voz que tiene JD Florez, pero así son las cosas. Dios (o la casualidad para quienes no creen en deidades) reparte sus dones como quiere.
Yoncheva se comió a Camarena, dominó el escenario, y se metió al público en el bolsillo. Muy brava! En los corrillos los aficionados más mayores daban la matraca con eso de que "su Imogene era la Caballé". ¡Bendita nostalgia! Pienso que Yoncheva ha compuesto una Imogene distinta, más ancha, como aquí se ha dicho, más dramática, pero tan valiosa como las anteriores.
La escenografía es tan bonita como teatralmente inútil. No hay referencias ni al mar, ni a Sicilia, ni a la Edad Media. Lo mismo vale para el Pirata que para Lucía, o para Romeo y Julieta, o para Tanhauser, o Puritanos, suma y sigue. Sagi es experto es decoración de interiores: muy bonito pero sin ningún valor dramático. Podía dedicarse a decorar mansiones de millonarios o hacer escenografías para bodas reales.
El vestuario tiene su punto. Las damas de Imogene parecen un desfile de Pronovias. Los piratas de Gualterio van de negro riguroso y luterano. Craso error, los piratas siempre vestían de colores. El Duca y su corte se tiran un aire decimonónico a la corte de Francisco José. Lo mejor el traje de la Yoncheva, moda española de alta costura, de mucha categoría, con ese traje la chica puede irse directamente a recoger un Oscar a Hollywood.

Saludos

Pues la Imogene de la Yoncheva y la Imogene de la Caballé ( ésta , puro arte belcantista ), son como la noche y el día. No se parecen ni en pintura

Se ve que para nuestro Peanut lo que emiten los cantantes no es música. Supongo que a los cortes de los discos los llamará "canciones".

Gracias. Pensaba que eran simultáneamente.

La frase de "A nadie que le guste la música le puede gustar Bellini" es de otros tiempos del foro.

Repasando la ópera del mes de Norma para escuchar alguna grabación, el señor Delaforce dijo "el preludio en Re menor del segundo acto, tal vez la música más bella jamás escrita"... Voy a quedarme con esto y a olvidar lo de que la música de Bellini es vulgar y ramplona. Por el bien de mi salud mental.

Parece que al señor maní se le ha olvidado cambiar las pilas del sonotone.

Sin embargo, hay que reconocer que Il Pirata no está al mismo nivel que Norma, Sonnambula o Puritani, o sea, bastante por debajo.

A lo mejor la frase referida está mal construida... ( podría ser más o menos..."a nadie o al que no le guste la música, no le puede gustar Bellini..." )

Hacía mucho, quizás no tanto, que el Sr. Maní no vomitaba alguna chorrada. Ya tocó.
No sólo haría falta recordar que la escritura para la voz es música y el tratamiento sublime del canto con una inspiración melódica casi sobrenatural, son gran música, es que la introducción orquestal a la gran escena final de la soprano, demuestra que Bellini era mejor orquestador de lo que muchos piensan.

¿Se fijaron ustedes, damas y caballeros, en que Yoncheva calzaba zapatillas de bailarina y Camarena botas con bastante tacón? Esto lo hacen para que el mexicano (que es bajito) no parezca tan pequeño al lado de la búlgara, que es más alta que él. ¡Trucos escénicos! Se trata de formar una clásica pareja d'amore en la cual el galán es más alto que su amada. Bien, si esto lo unimos con el hecho de que ambos se abrazan y se besan bastante tirando a mucho en el primer acto, conjeturo que las mentes rectoras del Teatro Real (había escrito "mentes pensantes" pero lo he quitado) han pretendido aprovechar este pirata para lanzar al ruedo una "pareja de ensueño" operística.

¿Se acuerdan de la pareja de ensueño Villazón y Netrebko de la Traviata de Salzburgo? Pues ahora sería la pareja de ensueño Camarena y Yoncheva lanzada desde el Real de Madrid... Me imagino a más de uno frotándose las manos...

Disculpen estos comentarios tan mundanos. Saludos.