Les supongo al corriente de la existencia del blog que el mítico Conrad L. Osborne tiene desde hace un par de años. Se trata del mejor crítico de ópera viviente: creo que ya no escribe en ninguna revista. Lo que sí hace es publicar cada dos semanas una entrada sobre el "estado del arte" del género, ya sea a partir de alguna función presenciada o grabaciones. Por supuesto hablamos de un blog de otro nivel. Si creíamos saber algo del tema, bueno, Mr. Osborne nos pone en nuestro sitio (Lo mismo podría decirse de nuestra capacidad lectora en lengua inglesa. )

http://conradlosborne.com/blog/

Sus reflexiones sobre este asunto, fruto de los últimos 20 años de asistencia al teatro, han dado como fruto un tocho tremendo "Opera as opera". ¿Alguien se lo ha comprado? http://conradlosborne.com/opera-as-opera/

Como además de informadas y profundas, cada entrada tiene perlas malignas, creo que merece la pena compartir por aquí alguna de ellas:
http://conradlosborne.com/2018/12/14/pu ... co-what/5/

En este caso, trata de un Trittico montado a gloria de Mr. Domingo en el MET, que es despachado con este demoledor párrafo:

"And here we have Placido in his latterday, faux-baritone phase. Yes, remarkable that his voice still retains its easy-listening midrange timbre and remains free of rime or wobble. And true, that when he caps the description of his scheme with a G at “à tale da sfidar“, he sings the best single male note of the evening.

Also true, that when he follows with the next wordnotes on “l’eternità” (the real musical and dramatic destination of the solo), it is anticlimactic in a way it is not with any good baritone or bass-baritone voice, G or no; and true that his tenor of course does not in this tessitura have the thrust to kick off an ensemble, proclaim authoritatively, etch the profiles of phrases tellingly, or create sufficient contrast between Schicchi’s tone and that of the faked Buoso; and true that interpretively he has always been a gifted generalist, not a specific delineator of character with either voice or body, and that Schicchi is a role that requires exactly those attributes. In short, it’s ridiculous to try to build a performance of Gianni Schicchi around this voice and this casually genial presence, and since everyone involved must surely know that, it’s cynical as well."

Yo. Francamente, en conjunto es bastante pesado y lleno de las neuras del autor. Está bien para bucear de vez en cuando en busca de alguna perla, pero no para leer de principio a fin.

Estuve en ese Trittico y no se puede discutir lo que dice. Pero tampoco que, menos por Domingo y Stephanie Blythe, fue un bodrio. No estaría mal que fuese igual de incisivo con Atalla Ayan, un «clean, slender, generic, Rinuccio». Aunque, por otro lado, no sé cómo iba a analizar en detalle sus prestaciones si no lo oímos. A Opolais (un horror sin paliativos) ni la menciona. Al final, nos regodeamos en explicar que Domingo no es barítono y le damos un pase al resto que no son ni cantantes de ópera.

Ninguno de estos tochos, "The Grand Tradition" por ejemplo, son para leer de principio a fin. Al menos no para la personas que no cabemos ser clasificados como monomaníacos
Pero, mi estimado Yllanes, al pobre Ayan no fue a quien le montaron ese Trittico para que se luciera como Rinuccio, ni se le da el bombo publicitario, que es a lo que va Mr. Osborne.

Se le da el bombo publicitario porque, a pesar de todos sus defectos, realmente era (después de la Zia Principessa de la Blythe) el único atractivo de la función, aunque solo fuesen destellos. A mí me parece más grave que no se supiera encontrar a nadie para hacer algo pasable con papeles tan agradecidos como Suor Angelica o Lauretta, o que no hubiera tenores homologables.

Ese es el verdadero problema del Met y no que metieran a Domingo con calzador. Ahora Domingo no está y la única diferencia es que seguiremos con camelos de cantantes, pero no se atreverán a hacer Il trittico así que solo podremos «disfrutarlos» en La bohème.

Lo de Atala Ayan es de traca. Qué cosa más horrorosa.

Una pena la Opolaïs, a la que ví un Onegin y una Jenufa bastante interesantes y se ha metido en camisa de once varas. Le ví después una Manon Lescaut en Munich en la que estuvo totalmente superada.

La Tosca de Opolais este verano en la Royal Opera House fue muy lamentable, daba pena

Yo le escuché en directo cantar el "Vissi d'arte" en el MET en la Gala del 50 aniversario de Lincoln Center y no podía con ella... Ya imagino la ópera entera como sería...

Es una pena, si, porque es una cantante interesante y parece que se le ha quedado voz de vieja. En general con Puccini creo que no ha podido nunca, pero en 2017 hizo una Rusalka muy apreciable, por ejemplo. En Suor Angelica además es que no transmitió nada y cada vez que intentaba un agudo le salía casi un chirrido.

En su última entrega, Mr. Osborne presta atención a una serie de clases magistrales en Juilliard por parte de Yannick Nézet-Séguin que han desencadenado cierto revuelo en las redes sociales.

https://www.youtube.com/watch?v=7PxOyYLwZj8

No se puede negar que el artículo es sólo para "addetti ai lavori":
http://conradlosborne.com/2019/10/11/th ... kerfuffle/

Pero merece la pena ocuparse de la conclusión final:
"I’m not worried about these young singers. They will have returned to their teachers and coaches, and continued to progress along whatever paths they are on. (I’m fairly certain we’ll be hearing from our Elisabetta, whose name is Maritina Tampakopoulos.) What worries me is this: in an operatic world desperately lacking in singers of major calibre, and in which our foremost opera house is already a place where much of the repertory is so undersung as to be ineffectual, the man in charge of musical matters there for the indefinite future, through whom all casting must pass; whom all singers must please and all the musical staff answer to; and whose preferences beam out signals to all gatekeepers and aspirants outside the company, is the man described above. It’s a bleak prospect."

"No me preocupan estos jóvenes cantantes. Ya habrán vuelto con sus profesores y preparadores, continuando cualesquiera que sean sus caminos. (Estoy más que seguro de que volveremos a oír hablar de nuestra Elisabetta, Maritina Tampakopoulos). Lo que me preocupa es esto: en un mundo operístico donde la escasez de voces de gran calibre es desesperante, y en el que nuestro principal teatro es ya un lugar donde gran parte del repertorio es cantado por debajo de los estándares necesarios para ser efectivo, el hombre que está allí a cargo de las cuestiones musicales de forma indefinida, a través del cual toda la selección de cantantes debe pasar; al que todos los cantantes deben agradar y toda la plantilla responder; cuyas preferencias son una señal de aviso para centinelas y aspirantes a entrar en la compañía, es el hombre descrito en las líneas anteriores. Es una perspectiva desoladora."

Pues todo eso lo debieron considerar los que lo nombraron, incluidas sus preferencias si es que quieren decir lo que supongo y que es harto conocido.

Me parece que malinterpreta usted a Mr. Osborne, estimado forero.

Tal y como funciona el MET, a lo Mozart in the jungle, necesita un director mediático que resulte bien en la tele y agrade a los mecenas en las recepciones. Y eso es lo que han buscado en YN-S. Pero tampoco creo que tenga tanto poder (o interés y tiempo) como para andar eligiendo a los cantantes de la mayoría de producciones que no dirigirá él. Esa maquinaria que no se ve la tiene que tener el MET bien engrasada.

Yo lo veo como pastoso, no creo que vaya a tener un control tan grande. Estoy de acuerdo en que la clase magistral dio un poco de grima y creo que el hombre anda muy perdido en buena parte del repertorio, pero tampoco me parece el cataclismo que algunos vaticinan.

El Met además tiende a contratar cantantes que ya se han hecho estrellas en otros lados.

Y afortunadamente (por muchas razones) tampoco es el Met el alfa y el omega del mundo operístico, como piensan los neoyorquinos.