La Boston Symphony es la orquesta estadounidense que más veces he visto, con diferencia (después de la del Met). Sin embargo, creo que nunca había comentado por aquí nada de ella, al no frecuentar mucho el repertorio operístico. Lo mismo puede decirse de Andris Nelsons, uno de mis directores preferidos del momento.
En conjunto muy buen concierto, que se repetirá en Carnegie Hall la semana que viene (aunque creo que sin el
Siegried Idyll, lo que es una pena, pues fue una lectura estupenda). Nylund ha cantado bien pero, como bien apuntó Rubini, se veía en apuros para hacerse oír en muchas ocasiones. Kaufmann ha estado francamente bien, en este repertorio yo creo que sigue teniendo mucho que decir. Luce musicalidad, su fraseo interesante, incluso, como señaló también Rubini, alguna media voz de verdad. Sus defectos de siempre (emisión poco ortodoxa, etc.) siguen ahí pero no desequilibran la balanza. Zeppenfeld no hará olvidar al Marke de Pape (por no hablar de otros más históricos), pero aportó gran autoridad y presencia vocal y ofreció un muy buen monólogo. Más que correcto el Melot de Rees en su pequeño papel. Gran labor orquestal, aunque quizá con exceso de decibelios en algún momento (siempre un equilibrio difícil en estas óperas de concierto con la orquesta fuera del foso).
Rubini escribió:
Público muy respetuoso entonces, pero ante tan magistral interpretación no había por qué esperar tanto.
Bueno, el público de Boston es poco «operístico», menos apasionado. Eso sí, hay que decir que es un público muy educado en general (no se suelen oír móviles, toses, etc.).