CHARLATÁN Oíd, oíd, rústicos espectadores; atentos y no tosáis ni estornudéis. Ya supongo e imagino que lo mismo que yo sabéis que quien hace el Nemorino es un tenorino, llamado Pavol Breslik, cuya voz distinguida y su finito porte son conocidos en el Liceo... y otros teatros. Es belcantista de vocación, de agudos estrangulados, en pocos días que canta llena el Liceo de aplausos, y va vendiendo su canto por todo el mundo. Escuchadle, escuchadle, que a veces se le oye.
Y es este bajo bufo de admirable legato, que canta y declama con idéntico primor, cuya voz, entrecortada, ridícula, engolada, absorto a quien la escucha cualquiera deja él. Gracias a este apellido famoso, de tenor legendario, una voz de sexagenario que no vale un denario así se ha convertido en voz para el Liceo. Como hace payasadas en breves semanas más de medio teatro contento le aplaudió.
Y tú, seriota Jessica ¿quieres moverte un poco? Esa sosería incómoda con esto se quitará. ¿Quieres, soprano de apellido aeroportuario catalán, tener suave la voz, coloratura fresca y agudo siempre brillante? ¡Cómprame mi medicina que por poco te la doy!
¿Qué decir del militar que acude a poblaciones buscando amantes que agranden su valor? Con voz potente y fuerte y muy polivalente lo mismo hace de Belcore que de un gran charlatán. Melifluo es su apellido, que suena a caldo galo, en boca es un burdeos borgoña es en nariz.
¡Compradme mi elixir! Hace cantar al tísico, al asmático, al afónico, al espectador escéptico restablece el tímpano, aquilata el raquítico sonido del viento metal, robustece el falsete, que últimamente está muy de moda. ¡Compradme mi elixir que por poco lo doy!
Os he mandado un correo de miles de millones de bytes. Me diréis: ¿cuánto cuesta? ¿Cuánto vale la botella? ¿Cien euros?... ¿Treinta?... ¿Veinte? No... que nadie se desanime. Para probar mi agradecimiento por tan cálido recibimiento os lo dejaré, oh buena gente, por un euro nada más.
CORO ¡Un euro! ¿Es verdad? Entrada tan barata nunca habrá.
_________________ Gran Duque de Seychelles.
|