Carl Tunner escribió:
Aparte de los repartos que, efectivamente, en plena edad de hojalata del canto hay lo que hay, la diferencia principal con La Scala (aunque allí, por ejemplo, va Netrebko todos los años -por citar a la diva actual-, mientras que en el Real ni aparece), ya que se hablaba del templo milanés, aunque lo hago extensivo a las demás grandes casas de ópera, la constituye la orquesta y los directores musicales (seguramente también lo escénico). Allí está un Chailly que ha dirigido un Chénier glorioso, un Santi, un Mehta, un Myung Whun Chung, un Dóhnanyi anunciado para Elektra (que había dirigido Salonen hace tres de años)...; en Munich, un Petrenko y una orquestaza...
El problema es que la llegada al Real del Sr. Matabosch había sembrado una ilusión de que vendrían los grandes cantantes (los pocos que haya), pero nada de nada. Incluso tiene que ver cómo el Teatro de la Zarzuela consigue contratar a Elina Garança, cantante en sazón que no ha pisado el Real en 14 años que lleva entre las cantantes más prestigiosas de la actualidad. Flórez sólo viene a recitales (en el Liceo ha cantado muchas óperas), Kauffmann un recitalito después de cancelar ni se sabe, Netrebko ni está ni se la espera, Westbroeck lo mismo, Herlitzius igual, Yoncheva vino a dos conciertos como Julieta y gracias, Radvanovsky a lo mejor esperan que pise el Real con cachaba...
Cantantes mediocres, orquesta mediocre, directores mediocres... ilusión cero, aburrimiento mucho. Zacarías tiene razón, las cosas como son.
Estoy de acuerdo. Aunque, por lo menos han fidelizado a Camarena, aparte de un Kunde que parece muy contento cantando por España. Algo es algo.
Lo de la orquesta me parece muy importante, por ser algo en lo que parece posible mejorar. En estos tiempos hay efectivamente pocas figuras en cantantes, pero en dirección estamos muchísimo mejor. Parecería que gastar un dinero en buscar a un buen director musical sería una buena inversión, que asegura una buena base para lo que se tercie (sobre todo en un teatro que pretende cubrir un repertorio tan variado como el Real). Yo obviamente no soy tan asiduo a Madrid, pero la orquesta me ha sonado bien cuando ha estado bien dirigida (por ejemplo con Conlon en
Macbeth este verano).
Yo en los EE.UU. viajo con frecuencia a Chicago, por ejemplo, porque con la orquesta que tienen y Andrew Davis a la batuta te dan una garantía que no tienes en, digamos, Houston (por poner una compañía de similar trayectoria, perfil y repartos).