The Consul. Chicago Opera Theater. 04-XI-2017Escapada a Chicago para ver la primera producción de la temporada de la compañía «alternativa» de la ciudad, la COT. Se trata de
The Consul, una de esas óperas que no me veo escuchando en casa (más allá de la gran aria de Magda Sorel), pero que en teatro funcionan muy bien. Producción sencilla pero efectiva, con un mínimo de atrezzo crean un conseguido ambiente (y sacan buen partido de la escena del prestidigitador). La protagonista es una
Patricia Racette que pone toda la carne en el asador (quizá en algunos momentos se le va de las manos y se olvida de que no solo está actuando o gritando de desesperación, sino cantando). La veterana
Victoria Livengood cantó el papel de la abuela. Una voz algo desgastada e inhomogénea, pero conservando aún gran volumen y resonancia. Se vio lastrada por una de las pelucas más desafortunadas que he visto. Este atuendo, unido a un momentáneo sonido estridente, me hizo trasladarme unos años en el tiempo, a cuando vi la última actuación de los Monty Python en el O2 londinense, en concreto a Terry Jones travestido de Pepperpot preguntándose por qué había un pingüino encima del televisor:
Naturalmente, la cantante no tiene culpa de esta excéntrica comparación. Dio un buen papel. Buen trabajo del resto de intérpretes.
Audrey Babcock nos muestra una fría e impenetrable secretaria en los dos primeros actos y convence cuando su postura cambia en el tercero. Muy efectivo
Kyle Knapp como el mago.
En conjunto, una buena ocasión para ver esta ópera.