Monumental documental sobre la creación del mito Dylan, dirigido con maestría por Martin Scorsese; quien se ha convertido en el gran documentalista sobre la edad de oro del rock; desde The Last Waltz (1978) ha filmado la serie The Blues: Feel Like Going Home (2003) que no he visto, Shine a Light (2008) y George Harrison: Living in the Material World (2011); sin olvidar el impactante primer capitulo de Vynil (2016).
Sin negar su grandeza e influencia, nunca he sido un gran seguidor de Dylan, pero he de decir que las casi 3 horas de película pasan muy rápidas. Sin recurrir a grandes alharacas técnicas, Scorsese se centra en la típica estructura de entrevista y video de época, pero lo hace con su ritmo habitual, de forma que la historia fluye con enorme agilidad. El primer protagonista entrevistado es el propio Dylan pero también toda una corte de personas que lo influyeron y/o formaron parte de su entorno en sus años de ascensión a los cielos; destacan, quizás por ser los más conocidos, Joan Baez, Pete Seeger o Allen Gingsberg. Este último hace un comentario muy interesante, sobre todo por estar hecho años antes de la concesión del Nobel, pues cuenta que la primera vez que escucho una canción de Dylan lloró, pues se dio cuenta que era el sucesor natural de su generación beat, aquella que encarnaban el mismo y, sobre todo, Jack Kerouac.
Muy recomendable, sin duda.