DIRECTOR MUSICAL INVITADO Evelino Pidò
DIRECTOR REPOSITOR DE ESCENA Stefano Trespidi
PRINCIPALES INTÉRPRETES
VIOLETTA VALERY Ermonela Jaho Jaquelina Livieri *
ALFREDO GERMONT Saimir Pirgu Darío Schmunck *
GIORGIO GERMONT Fabián Veloz Leonardo López Linares *
Pues bien, por fin llegó el día de asistir a la primera función de ópera de mi vida. Tengo 25 y hace uno me empezó a gustar este maravilloso arte, escuchando La Traviata una y otra vez. Así que cuando el Colón anunció La Traviata para septiembre, me dijé "tengo que estar ahí", y así fue.
Antes de adquirir las entradas me dediqué a investigar un poco las voces de las sopranos que encarnarían a Violetta para asegurarme una elección acorde a mis preferencias. Quiero aclarar que el haber escuchado tantas grabaciones de esta ópera, me tornó muy exigente en cuanto a los sentimientos que los cantantes deben provocar, quedándome sin duda con la de Lisboa como versión favorita, con Callas a la cabeza. Entonces, después de escuchar arias tanto de Ermonela Jaho como de Jaquelina Livieri en el rol de Violetta, opté por la voz de la segunda, a pesar de carecer de tanta fama y renombre, y saqué entradas para la función extraordinaria del jueves 14/09. Aunque a último momento la tentación de oír al elenco principal me ganó y conseguí localidad en el "paraíso de pie" para mañana, domingo.
Mientras viajaba en subte hacia el centro porteño, me invadían sentimientos encontrados. Por un lado la expectativa de escuchar esta gran obra en un teatro de fama internacional (el cual no conocía), pero por otro el temor de que la función no cumpla con mis expectativas al compararla, inconscientemente quizá, con versiones mejores.
Todas estas dudas y miedos se disiparon rápidamente. En primer lugar, al ingresar al Teatro Colón. ¡Qué belleza! Me quedé pasmado por largos minutos observando los hermosos detalles de la construcción, la cúpula, y sobre todo la famosa acústica, que aunque no lo crean se nota incluso antes de que comiencen las notas musicales. Luego, con el comienzo del preludio, conducido por Evelino Pidò; ¡Qué maravilla escuchar la música en vivo, sin altavoces o parlantes que medien entre los instrumentos y mis oídos!
Del primer acto remarco al coro estable, con una sincronización perfecta en el Brindisi, aunque el tenor estuvo algo tímido para mi gusto, como sin potencia para llenar todo el espacio de la sala. También se destacó Livieri con E strano, lo que generó el primer gran aplauso de la noche. En cuanto a la escenografía no tengo mucho para aportar, quizá porque no sé apreciar la belleza escénica es que no pongo reparos para estos. Sólo sé que en un principio la puesta iba a ser de Sofía Copolla y luego se cambió por la de Zefirelli. En fin, mientras no sea muy transgresora (como relojes gigantes y minimalismo), me da igual, ya que lo que me atrae de la ópera son la música, el canto, cuando se entrelazan con los versos poéticos para calar hondo en el alma del oyente.
En el segundo acto me conmovió la aparición de Lopez Linares. El barítono le dio voz a un Germont lleno de dramatismo y buenos matices. Descolló con un Di Provenza sublime, el segundo gran aplauso.
Como broche de oro, el tercer acto tuvo una gran carga emotiva, con Jaquelina conmocionando con Addio del passato a los presentes, quienes soltaron la ovación incluso antes que la orquesta terminara los últimos acordes. Aunque le cuesta mantener los agudos, la soprano cumple con creces este rol, con una desenvoltura enviadiable.
En fin, como debut en la ópera fue una velada magnífica, realmente disfruté cada minuto. Espero que las próximas sean así de positivas. Mañana asistiré a la función de abono (que dicho sea de paso se podrá ver por streaming gratis en todo el mundo) así que veremos como resulta...
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