La prensa deportiva siempre ha sido un mix de información y espectáculo..... desde el Carrusel Deportivo creado por Bobby Deglané y dirigido por Vicente Marco. Carrusel siempre ha sido el mix perfecto de fútbol y entretenimiento. Los que tenemos cierta edad creo que aun tenemos en la cabeza al enorme Joaquín Prat animando Carrusel y ¡sólo lo hizo dos años!. Su único sucesor real, Pepe Domingo Castaño, me confesó que Deglané y Prat habían sido sus ídolo. Curiosamente la SER perdió gran parte de esa joya cuando prácticamente echó a Castaño y Paco González, pues el verdadero espíritu de Marco, Deglané y Prat está hoy en la COPE.
También información y entretenimiento del bueno era García, cuyo estilo visceral y agresivo nadie ha podido igualar o el primer Larguero de De la Morena, creador de la radio deportiva coral en España; y digo el primero pues el de Brunete acabó convertido en una caricatura de si mismo.
El problema actual es que ese concepto de espectáculo ha devenido en Pedreroles, Ronceros,... Degenerando el traslado a las ondas de la charla de bar al sinsentido absoluto. En el mundo de los mass media que buscan resultado inmediato el análisis, más o menos acertado, no tiene mucho espacio. ¿alguien compra un periódico por leer a John Carlin, Bernardo Salazar, Relaño (cuando escribe de historia del fútbol), o Segurola (ya sé que Le Gou desde luego no
)? En cambio las burradas que hay que escuchar cada noche en esos "tomates" futboleros fijan a miles de espectadores delante del televisior.
Por supuesto que existen nichos para los que les interesa el análisis detallado del deporte, ahí están revistas como Panenka o Libero. Minoritarias, por supuesto.