Un amiguete que no había leído la Isla del Tesoro me preguntó que qué versión en español era buena. Yo ni idea, y le dejé muy claro que esa es una de las obras que justifica aprender el inglés y todas esas cosas que me hacen tan simpático entre mis amigos (if any). Tras esta expansión de mi pretenciosidad, me sentí un poco culpable, y decidí investigar (ya que hoy en día a todo se le llama investigar) el asunto, aunque, por supuesto, mi amigo ya está en otras cosas, y sólo me hizo la pregunta por cortesía, y, más que por cortesía, por decir algo en un momento bajo de la conversación.
Saqué de la biblioteca las dos ediciones que me parecieron más prometedoras, la de Cátedra (español de V. Antonio Molina Foix) y la de Hipótesi (español cortesía de Gaziel). En principio, me atraía más la versión de Gaziel, notable prosista, aunque sospecho que su refundición del clásico es obra de juventud, apañada a toda prisa para cobrar un estipendio, aunque esto es especulación mía.
La edición de Hipótesi tiene la ventaja de las estupendas ilustraciones de Junceda:
https://www.google.es/search?q=junceda+ ... 00&bih=687En realidad, me ha gustado más la Isla de Gaziel, pero las libertades que se toma con el texto original son a veces afrentosas.
Voy a reproducir dos breves pasajes del libro, en la versión de Foix y en la de Gaziel. Antes, entre paréntesis, el texto original, y una versión que he elaborado intentando aferrarme como una laña herrumbrosa al original.
El único problema de intelección lo presenta la expresión "The Hispaniola was rolling scuppers". Lo que quiere decir es que el barco oscilaba de babor a estribor y los imbornales de uno y otro costado iban recogiendo al agua y soltándola alternativamente. ES una prueba del magistral inglés de Stevenson, que con sólo dos palabras ("rolling scuppers"), nos expresa de forma muy evocadora una acción de cierta complejidad.
Texto original y versión a pie de tierra gakugékiga:
(The Hispaniola was rolling scuppers under in the ocean swell. The booms were tearing at the blocks, the rudder was banging to and fro, and the whole ship creaking, groaning, and jumping like a manufactory. I had to cling tight to the backstay, and the world turned giddily before my eyes... - Los imbornales de babor y estribor se turnaban en su ascenso y descenso, dejando entrar el oleaje. Los botalones tiraban de los zunchos, el timón daba golpes de un lado y otro, y todo el barco rechinaba, gemía y se agitaba como el interior de una fábrica. Tenía que agarrarme a la burda, y el mundo oscilaba vertiginosamente a mi alrededor...)
Versión de Gaziel (lo de la espuma es un bonito toque de imprecisión creativa):
"La Hispaniola se balanceaba incómodamente, hasta el punto de que sus imbornales tragagan grandes bocanadas de espuma. Los bandazos eran fuertes y bruscos; los botalones chirriaban, el timón daba recios porrazos que retumbaban como golpes de maza, y el navío entero retumbaba y crujía como una fábrica en medio del mar. Yo debía agarrarme con fuerza al barandal de la borda, para no rodar como un fardo, y me parecía que todo daba vueltas a mi alrededor..."
Versión de Molina Foix (hubiera sido mejor evitar la palabra motones, por aquello de la resonancia cacofónica con botalones):
"La Hispaniola se balanceaba tanto que el oleaje del océano penetraba en los imbornales. Los botalones tiraban de los motones. el timón daba bandazos de un lado para otro, y el barco entero rechinaba, crujía y brincaba como una fábrica. Tuve que agarrarme fuertemente a los brandales, y el mundo daba vertiginosas vueltas a mi alrededor..."
Otro pasaje.
(He was a very silent man by custom. All day he hung round the cove or upon the cliffs with a brass telescope; all evening he sat in a corner of the parlour next the fire and drank rum and water very strong. - Por hábito, era un hombre muy callado. Se pasaba los días vagando por la cala o sobre los acantilados, con un telescopio de latón; se pasaba las noches sentado en un rincón de la sala, junto al hogar, y bebiendo ron rebajado con apenas unas gotas de agua).
Gaziel (que prácticamente se convierte en el colaborador español de Stevenson, más que en su fiel trasegador a otra lengua):
"De ordinario se mostraba taciturno. Se pasaba todo el día vagando por la ensenada o por la cresta de los acantilados, llevando debajo del brazo un viejo y verdoso catalejo de bronce; al atardecer se encerraba en el mesón, y allí permanecía sentado, al amor de la lumbre, bebiendo grandes vasos de agua cargada fuertemente de ron."
Molina Foix:
"Era un hombre habitualmente muy callado. Vagaba todo el día en torno a la ensenada o por los acantilados, con un catalejo de latón; y al anochecer se sentaba en un rincón de la sala próximo al fuego y bebía ron con un poco de agua."