Juanete escribió:
Esperare los siempre acertados y admirados comentarios del vaquero...
a ver, por partes.
comenzaré diciendo que no vi por ninguna parte el Otello terrorífico dibujado por la crítica profesional y forera. yo disfruté de una buena función de ópera, que si no fue mejor es debido a ese batutero que tanto me irrita, el maestro Palumbo. qué puñetera manía de ralentar la orquesta en el final del primer acto, en el final del cuarto, en la canción del sauce, en el concertante del tercero... vamos, donde podía meter su orfidálica mano para hacer que, increiblemente, Otello llegara a hacerse pesada. su dirección, una vez más, no me gustó. y es uno de los obstáculos para que estas funciones crezcan.
es cierto que, esta vez, no vi tapados a los cantantes por la masa orquestal (conste que en tercera fila de patio mi percepción puede estar distorsionada). no sería difícil con una Jaho de voz no especialmente grande pero sí delicada en la interpretación. puede entenderse como un vicio subrayar la fragilidad de Desdémona dándole el papel a voces ligeritas como la soprano albanesa. dicho lo cual, en el cómputo global me gustó.
por aquí se ha criticado a George Petean porque la voz ¿se le queda atrás? ¿no sabe decir? ¿le falta italianità? si es así, admito mi sordera. su Iago estuvo compuesto por el más sencillo de los refinamientos, nada de gritos, nada de gigionate, sino un fraseo elegante. pongámosle algún debe en el grave, si quieren. pero este señor sabe cantar Verdi.
por último el tenor. cuanto más lo oigo, más le reconozco sus méritos (y más identifico sus flaquezas). su moro es de intensidad creciente. ya sabemos que el timbre está desgastado, que tiene enormes desigualdades, que el volumen quizás no sea el de hace un par de años, ¿y? la voz de Vickers fue un estropajo toda la vida de Dios y ahí lo han situado algunos como genio divino del tenorismo post-carusiano. Kunde no es un genio, ni lo pretende. pone al servicio de su arte las tres décadas largas de carrera que atesora, en las que ha aprendido a interpretar con suma inteligencia. en apenas cinco años (los que lleva cantando Verdi) ha encontrado el secreto del acento verdiano, algo que otros jamás consiguieron (o conseguirán) así se pasen media vida intentándolo. no hay en su personaje monotonía, ni rutina, ni conformismo. y aunque le pongan boca abajo a cantar "Dio mi potevi", te emociona, al igual que en el "Si, pel ciel marmoreo".
el resto del cast, sin excesivos alardes. lo que no entiendo es que se fiche en el extranjero a un tenor para el Cassio. ¿en serio? Dolgov no me pareció ninguna maravilla. si ese es el nivel de exigencia para secundarios, yo daría trabajo a cantantes españoles, que estoy convencido de que lo harían, por lo menos, igual de regular.
ah, y la producción me parece que funciona. no se necesita más. yo incluso habría jugado algo más con la iluminación. lo que sí me sonrojó por momentos es la dirección de actores. la celebración del primer acto parecía un flashmob al ritmo de La Gozadera.
vamos, que salí contento. quizás no entusiasmado, como sí me ocurrió en el Otello de Valencia, pero muy satisfecho. va por barrios, vaya.