Aprovecho la ocasión que ofrece el señor Ulysses para traer aquí un cantante que no conocía, que he descubiero hace algunos meses y que ha supuesto una agradibilísima sorpresa. Se trata del barítono italiano Giovanni Albinolo, un cantante de principios del siglo XX, pero que nunca alcanzó el estrellato (sus actuaciones se circunscriben a la península italiana y poco más), ensombrecido por las rutilantes figuras baritonales de aquella época. Aún así, estamos ante un cantante interesantísimo, de voz sustanciosa, fraseo fantasioso, alardes de reguladores, morbidez en la emisión, pastosidad en el grave y rotundidad y
squillo en el agudo. Y además, un uso inteligente del colorido vocal para caracterizar a los personajes y sus correspondientes estados de ánimo.
He aquí tres ejemplos: (advierto que son grabaciones antediluvianas, así que los oídos delicados es mejor que se abstengan
)
Favorita (Vien, Leonora)Otello (Sueño)L'AfricanaEn el aria de "Favorita", ya desde el ataque de la primera frase, a media voz, es puro terciopelo, y el fraseo belcantista, exquisito, dibujan la figura de un auténtico rey, y además enamorado. Los otros dos fragmentos son dos joyas. El “
Era la notte”, de "Otello", contiene un canto
sfumatissimo, sibilino, con la voz recogida, pero perfectamente apoyada. Y el tercer fragmento es el “
All’erta marinar”, de "L’Africana", con el añadido de la conclusión del aria de Nelusko del segundo acto, “
Averla tanto amata”, a partir de las palabras “
O Brahma, Dio possente”. Aquí se puede apreciar de nuevo la capacidad para la variedad y el matiz cromático de la voz. En la primera parte se presenta el primitivismo del personaje y en la segunda la introspección y la ternura. En la primera parte, hay que destacar la pastosidad del registro central y grave, al mismo tiempo que la rotundidad del agudo (el Sol, del final). Y en la segunda, la sedosidad de la emisión y el recogimiento, con el impresionante alarde final de atacar el Fa3 en piano para ir
rinforzandolo, para acabar con una
smorzatura sobre las notas finales. Estos son sólo algunos ejemplos, porque en cualquiera de sus grabaciones se puede disfrutar siempre de un artista con personalidad y fantasía.
Y ya que el señor Almaviva ha sacado a relucir a Delfín Pulido, un cantante estupendo, aunque se dedicara básicamente a la zarzuela (en aquellos tiempos los cantantes de zarzuela tenían un nivel extraordinario), aprovecho también para traer otra interpretación suya de altísimo nivel: la romanza "Callada noche andaluza", de "La Marchenera", de Moreno Torroba. Una pena que esta preciosísima romanza apenas se interprete y tampoco aparezca en la única versión grabada de la obra. Esta versión es un ejemplo perfecto de eso que se llama "musicalidad", es decir la capacidad de un cantante para extraer la esencia de un fragmento musical, y la sabiduría no sólo para recrear esa esencia, sino tambien para dimensionarla.
Callada noche andaluza (Marchenera)(Delfín Pulido)