ANDREA CHÉNIER.Angelo Loforese y Giangiacomo Guelfi, entre otros, en Andrea Chénier.Una de las óperas del gran repertorio que más frecuentó nuestro tenor fue
Andrea Chénier, de Umberto Giordano. Como hemos visto en la biografía, la ofreció en diversas ciudades (Verona, Génova, Nápoles, Livorno, Roma, Bruselas, Río de Janeiro…) junto a colegas reconocidos (Floriana Cavalli, Marcella de Osma, Gabriella Tucci, Piero Cappuccilli…). En 1964 canta la ópera en Dublín, junto a Luisa Maragliano (Maddalena), Giangiacomo Guelfi (Gérard) y Loris Gambelli (Fléville), entre otros, con la dirección de Napoleone Annovazzi. La función completa está en Youtube:
Andrea Chénier, 1964.Como escribe Luis Iglesias Cavicchioli, su Andrea Chénier es
"más revolucionario que poeta, siguiendo el modelo de Mario del Monaco". Efectivamente, se trata de un enfoque donde predomina el fraseo incisivo frente al lirismo. En el "Improvviso" quizás se echa de menos una expresión más matizada que sí han ofrecido otros cantantes, por ejemplo Pertile y Corelli. Sin embargo, conforme va calentando el instrumento, obtiene el necesario empuje vocal en esta página, sirviéndose de una zona grave muy sólida -aquí nos vuelve a recordar que antaño fue barítono- y unos agudos que tienen la necesaria contundencia.
"Un dì all´azzurro spazio".El dúo con Roucher (segundo acto) está bien resuelto, destacando su sólida interpretación de la aria "Credo ad una posanza arcana", coronada por un enérgico cierre ("Credi all´ amor Chénier…", 3:12-3:18) cuyo motivo melódico se repite antes de la entrada del coro y Gérard ("Ah! Mio bel sogno, addio…", 6:12-6:27).
"Roucher!".En el posterior dúo con Maddalena, echamos de menos un fraseo más dúctil (que sí luce la soprano Luisa Maragliano).
"Andrea Chénier!".En la réplica "Sì, fui soldato!" (acto tercero), con la voz algo fría, ciertas notas suenan un poco destempladas. La dirección de Annovazzi, algo más lenta de lo habitual en este punto, creo que favorece el discurso de Loforese: pone en evidencia una dicción cuidadosamente enfática y lo extrovertido de su canto.
"Sì, fui soldato!".Bastante lograda su interpretación de la aria "Come un bel dì di maggio" (acto cuarto), donde quizás sólo pueden ponerse pegas a algunos detalles (como ese discutible portamento antes del agudo final).
"Come un bel dì di maggio".Uno de los momentos más logrados de la interpretación de Loforese es el dúo final con Maddalena (espléndida también la Maragliano). Se percibe la intención de matizar el fragmento ("Il nostro è amore d´ anime", 2:16-2:37; "Ah, viene come l´aurora", 5:01-5:18), las frases más enérgicas están cantadas con poderío ("Ah, benedico…", 4:03-4:37) y el cierre de la página es de una apabullante intensidad ("Viva la morte insiem!", 6:24-6:37).
"Vicino a te".