Me parece que me acercaré únicamente al DEVEREUX con el primer cast y quizás a los PURITANI

Pues a mi me interesan más cosas de esta Temporada que de todas las anteriores juntas de Mortimer. Por orden de mayor a menor interés: Puritani, Devereux, Foscari, Alcina, Rigoletto.

En la siguiente temporada 16/17, RIGOLETTO en el Liceo con Camarena como Duca en uno de los casts

Pues yo qué quieren que les diga: Matabosch será el "Gran Alquilador", pero ha empezado a traer voces al Teatro Real. Ahí están Kunde, Devia, Albelo, Dohmen, Nikitin, Jordi... De acuerdo, serán de la "época de hojalata" (como diría Tunner), pero son voces a la postre de más valor, interés y fuste que lo visto en los últimos años. Vamos, algo que ni se olía con don Gerardo (y no Rosvaenge).

Pero en algo tengo que darle la razón a don Zacas: ¡un Anillo completo (en una sola temporada, claro) es necesario ya! El Teatro Real no habrá hecho su puesta de largo operística hasta que tal evento suceda.

Ahora, lo más importante de todo es (como dice Tip) el tema de los precios... Veamos. Tal y como van las cosas no creo que hayan decidido subir los abonos (al menos mucho, eso espero).

Gracias por la info.

Das Liebesverbot y en un fin de semana Der Kaiser von Atlantis y Moses und Aron. Creo que nada más.

La que está en el Liceu...
Pero son muchos personajes, uf.

Estimado Alberich, por las mismas se puede decir que Mortier trajo a Koch, Kwiecien, Schwanewilms, Domingo (baritoreando), Urmana, Radvanovsky, Naouri, Westbroek, Ulyanov, Arteta, el propio Nikitin que usted menciona, Keenlyside, Zajick y otros cantantes de nivel parecido a los que nos trae don Matabosch (dejo aparte a Devia para que no me partan la cara, con razón, Tunner, Ulysses y otros muchos foreros amantes de la dama). Repito; espejismo.

Yo también apoyo esa moción del señor Alberich y del señor Zacarías. Un "Anillo" completo y seguido en el Real está haciendo falta hace tiempo, y qué mejor ocasión que ese bicentenario de chichinabo que se han sacado de la manga.

Hace mucho tiempo que no escribo en un foro operístico, así que antes de nada un saludo a todos los conocidos o no.

Habría muchas cosas que decir y explicar, pero hay algunos comentarios que no me resisto a contestar: ¿Rigoletto es pachanga? ¿Me pueden explicar por qué? ¿Por la música escénica? ¿Por que los cantabiles los hagan voces cantadas? Yo, en mis humildes conocimientos, la tengo considerada como una obra imprescindible y de las más importantes de la historia de la música, y no digamos ya de la ópera. No sé a cuento de qué vienen los complejos con esta obra (o similares). ¿Tal vez que sean de fácil escucha? ¿Eso es un problema reñido con la calidad? Yo estoy convencido de justo lo contrario.

A mi me parece en términos muy generales una temporada tremendamente equilibrada y razonable. Está muy bien intentar adentrarse en obras nuevas, experimentales, encargos.... Pero yo creo que esa no debe ser la tarea principal o casi única de un teatro de ópera de primer nivel, y ahí están las programaciones de otros teatros para demostrarlo. Una temporada "para musicólogos", debe hacerse en otro tipo de teatros, algo más modesto en lo económico tal vez y más ambicioso en la experimentación y vanguardia, menos dependiente de ingresos por abonos/entradas y patrocinios. Como en pintura hay un Prado y un Reina Sofia. Un teatro como el madrileño no puede aguantar ese tipo de temporadas, como las he llamado, "para musicólogos", te lo cargas en muy pocos años.

¿Es malo que las óperas tengan éxito de público? Me parece tan obvio que me ha costado preguntarlo. No se confundan, el público no es tonto, pese a que pueda aborregarse en un momento puntual. Una cosa son los bravos y los bises del momento y otra que tú quieras o no quieras gastarte la pasta en un espectáculo, o el tiempo de tu vida que te supone tragarte según qué tostones, que eso puede valer mucho más que la entrada. En pasadas temporadas he visto a gente salir del teatro con anticuerpos a la ópera para los restos, pese a que casi les habían regalado la entrada. La ópera madrileña, en la época Mortier, se llevó un mazazo tremendo, ha sido nefasta. Recuerdo ir al teatro dos veces en tres años (después de haber sido abonado) y notar todo gélido, gris, plomizo... Desde los acomodadores hasta el coro. Matabosch, que nunca fue santo de mi devoción (¿tal vez Mortier lo ha hecho bueno?), está consiguiendo devolver a Madrid las ganas de ópera, las ganas de disfrutar con la música, de poder comentar algo al salir del teatro que no sea la regia... Yo no puedo más que aplaudir el cambio de aires y de estrategia.

En esto, como en casi todo, se trata de disfrutar y de pasárselo bien, si no, no tiene sentido. Esta temporada pinta que puede haber muy buenas ocasionas para disfrutar en el teatro. Espero no equivocarme y que así sea.

Rigoletto es pachanga cuando la canta Nucci.

Ríanse, pero al menos, el Sr. Nucci con mil meses termina Rigoletto y lleva 550 (y pone el teatro boca a abajo). Miren Keenlyside, ídolo de algunos, que hace el más patético de los ridículos y no llega ni a la mitad de la obra.

No puedo estar más de acuerdo con el mensaje de Angelotti

Ya está bien de tanta estulticia filosnobista, de tanta tontería, que se gasta hoy día en la ópera. Pero quién se creen algunos para despreciar al público, para imponerle sus pensamientos únicos, lo que ellos creen que es la vanguardia o las moderneces. Madre mía. Con que entrañable alegría y amargor por la situación actual, recuerdo las colas de hace años en el Teatro de La Zarzuela. Con qué fervor se hablaba de ópera en las mismas, cómo se integraba a los nuevos aficionados, eso sí no se nombraba ni a un director de escena (como mucho a Visconti o Zeffirelli), ni a nadie se le ocurría decir que obras maestras de la ópera son pachangas y peores que no se qué obra de Von Rupinsky o la nueva perfomance de Manuela ligeradecascovich .

Pero, ¿a mí que me importa si las produccioncitas son nuevas, alquiladas, subarrendadas o prestadas? Me conformo con que no me molesten.

Dicho esto y valorando la temporada ya anunciada, opino que "La prohibición de amar" debería ir en concierto, que la Luisa Miller en este formato ya no tiene sentido sin la presencia del divo Alagna (por cierto, ¿alguien sabe quién es Laura Kos? ) y que sigo lamentando el desprecio del Teatro Real por toda la Giovane Scuola italiana. Quizás haya un desequilibrio con Kaiser y Moses tan seguidas.

En cuanto a los repartos hay una leve mejora, pero no mucho más. Los de Flauta mágica y Parsifal son, prácticamente, inadmisibles. Yo en estos casos siempre aplico una vara de medir. A saber,si esta temporada fuera en el Liceo, ¿A cuántas iría? Pues creo que sólo a Roberto Devereux, Kaiser por la obra y quizás Puritani. Nada más.

Miren por donde, coincido con Don Zacas en un par de elementos. El nivel de batutas parece empeorar al mismo nivel que la grisura del director titular. Las italianas no están mal. Campanella, aunque estuvo gris en La Fille es un magnífico director de belcanto romántico. Luisotti está bien para Rigoletto y Pidó, que no es santo de mi devoción, es habitual en todos los teatros en repartorio belcantista. Sin embargo, para Moses y Kaiser son decepcionantes.

También comparto que es una especie de fraude el ciclo de voces a piano. Ya lo hacía Matabosch en el Liceo, poder maquillar la temporada con una serie de nombres en un formato tan poco adecuado para dicho teatro como es el recital a piano. Lo mismo ocurre en el caso del Real, donde concurre además, la presencia en Madrid de un ciclo de lied muy consolidado en un recinto mucho más adecuado como es del Teatro de La Zarzuela.

Bueno yo saqué a colación el término pachanga con retranca y, como bien señala el chino cudeiro, por la presencia de Nucci; que a más de un forero pone del hígado. Por supuesto que Rigoletto no es pachanga, y si lo fuere pues ¡que viva la pachanga!