Traigo de otro hilo esta conversación, para que prosiga aquí, y darle un poco de vidilla a este hilo sobre musicales, a mes y medio del estreno en España de la película sobre la versión musical de
Los Miserables:
NICO escribió:
Gruberoviano escribió:
Un inciso: hasta donde sé, la película que está a punto de estrenarse es sobre el musical no sobre la novela. Es un musical larguísimo (3h30) pero maravilloso (para mí es la cumbre insuperada e insuperable del género, y afortunadamente he podido verlo muchas veces en varios lugares), con unas melodías que se pegan al oído a la primera pero son complicadísimas de cantar (de ahí que muchos roles, especialmente los de Cossette, Javert y Vaijean, sean masacrados vocalmente sin piedad en la mayoría de las producciones) y con una música de una fuerza dramática importante. Para mí, hay más buena música en Les Miserables que en la mayoría (ojo, que he dicho la mayoría, no todas) de las óperas compuestas en los últimos 40-50 años. El musical, claro, sigue la novela de una forma un tanto libre.
Ya hay AL MENOS una película de texto sobre la novela, de hará unos 15 años. No recuerdo quiénes son ellos, pero andan por ahí Uma Thruman y Claire Danes.
La novela es larguísima (dos tomos), pero tiene (muchos) pasajes verdaderamente brillantes. Y si en algún momento ves que la cosa no termina de arrancar, siempre puedes saltar hasta donde continúa la acción. Merece la pena leerla al menos una vez.
Veo que usted es aficionado al musical americano. Enhorabuena, yo también, me encanta. De hecho me hubiera gustado que el hilo en mundos paralelos dedicado al musical hubiera tenido un poquillo más de tirón, pero ahí está muy solito.
Pues yo voy un poco más allá, y no me cubro tanto en la afirmación por el qué dirán los más enteraos, porque es así: prefiero la producción artística de las ultimas decadas dedicada al musical que la que haya sido dedicada a la ópera. Además, con una diferencia como de 10 a 1, y soy generoso. Mientras que el musical americano sigue en alza y siguen generándose y creandose grandes cosas y todas para movilizar y llamar a todos, desde niños hasta abuelos, pasando por doctos y tontos, la ópera nueva está enfocada ya solo al enterao venido a menos. Mientras que un "Rey Leon" lleva no se cuantos millones de asistentes desde que se estrenó reventando a diario taquillas en todo teatro que se pone, las óperas nuevas se estrenan en un teatro (normalmente el Real de Madrid), se encasquetan 6-7 funciones dentro de un abono para que evitar que el publico se reduzca a los familiares del coro y 15 ó 16 gafapastas, y luego de ese título, como es lógico, no se vuelve a saber nada en ningun teatro o como mucho, de repente bucenando en el google , aparece en una producción en un teatro para estudiantes en Escocia o en Panamá, y ahí, muere, y pasa a engrosar la lista.
Pero más allá del indiscutible éxito de público de lo uno, y del fracaso de lo otro (siempre hay una o dos excepciones que no dejan de confirmar la regla), ya digo, musicalmente un solo compás de "Los Miserables" me merece más la pena, me llega, me emociona y desde luego, me alucina visualmente 50.000 veces más que toda la partitura o representacion completa de la "Gran Nada" o de similares inventitos.
Veo que su musical favorito es "Miserables": buena preferencia, desde luego, para mi también es un top5 sin duda alguna. Yo quizás me incline un poco más por "Sweeney Todd", "El Fantasma de la Opera" o "Miss Saigon". De los generados por la factoría Disney, el mentado "Rey León" es absolutamente increible... seguimos cuando quiera comentando cosas en el hilo del musical?. Por mi encantado.
Estoy en esencia de acuerdo con lo que dice sobre la buena salud del género de la comedia musical americana en comparación a la salud de la ópera actual. Además, creo que en la comedia musical hay una pluralidad de estilos que ni de lejos aparece en la ópera actual.
Creo que mi preferencia por
Los Miserables viene dada por una serie de aspectos: fue una música a la que llegué siendo muy pequeño, y casi diría que siendo un profundo ignorante en el género de la comedia musical. Me pareció un lenguaje muy cercano a la ópera, y de fuerte impacto. Un tiempo después vi el musical en Londres (¿qué tendría yo cuando vi mis primeros
Miserables en Londres? ¿15-16 años?), y me volvió a impactar muchísimo el despliegue. Luego conocí a una serie de personas que habían formado parte de la producción española de 1992 (que fue la que me había descubierto este musical a través del disco), me pasaron más material y mi curiosidad fue aumentando. Luego está que voy mucho por Londres, y cuando alguna noche no hay nada que me interese, siempre acabo regresando a ver Miserables: si no he contado mal, creo que he visto la producción de Londres 6 veces en 8 o 9 años. Como cambian repartos constantemente, pues siempre ves algo nuevo, se puede hacer perfectamente. Luego vi también una producción en Los Ángeles, y me perdí por unos días una producción en Nueva York en la que Lea Salonga (la primera Eponine) debutaba Fantine. Lo sentí muchísimo. Por último, la musicalmente flojísima nueva producción española (con unas chicas guapísimas pero vocalmente vergonzosas como Cosette y Eponine).
Después de
Miserables, tengo una especial preferencia por Stephen Sondheim, que me parece un tipo con una capacidad impresionante para ponerle melodía a los sentimientos de sus personajes, pero me parece un compositor muy complicado para hacerle la justicia que se merece. A mí, por ejemplo, los tan cacareados montajes de Mario Gas sobre
Sweeney Todd y
Follies me dejaron bastante frío. Vi en Nueva York una producción
a-co-jo-nan-te de
A Little Night Music con Catherine Zeta-Jones y la mítica Angela Landsbury, que creo que es lo mejor que he visto en mi vida en este género.
A Lloyd Webber le tengo una especial manía: me parece en general un facilón, y un tipo con una capacidad interminable de tomar prestado/plagiado un montón de material de otros músicos o grupos para componer sus hits, hasta unos extremos que a él debería de darle vergüenza, porque a mí mismo me la da.
Los espectáculos de la factoría Disney... Son lo que son. Yo reconozco que
The Lion King (el de Londres, no el de Madrid que no lo he visto) es un espectáculo visualmente impresionante (un espectáculo que teatralmente va a apreciar mucho más un adulto que un niño), pero claro, la música carece de cualquier emoción
. Ahora bien, creo que sería acojonante que el mismo equipo se decidiese a montar algún día
El Libro de la Selva (que me parece muchísimo mejor musicalmente, y está lleno de hits). Yo creo que saldría algo grande de ahí. Me decepcionó, sin embargo,
La Sirenita, que firmaba Francesca Zambello.
Ala, creo que es todo lo que quería decir.