La Isla del Tesoro, arte británico de Holbein a Hockney, Fundación March, Madrid.
Aprovechando que no había cola media hora antes del cierre, me metí para echar una rápida ojeada.
La exposición no tiene una "línea argumental". Se trata de un cajón de sastre; así que es cuestión de ver un buen número de obras interesantes y curiosas, lo que no es poca cosa.
Si se necesitara una excusa para visitar la Fundación March, valga como tal la ocasión de ponerse frente a una maravilla de Whistler como "Nocturno: azul y plata-luz de Cremorne", cortesía de la Tate.
Cosas que han atraído mi atención de forma un poco caprichosa: el estampado del traje de Lady Thornhagh por William Larkin, la familia puritana de Dobson y las calaveras como espíritus familiares (los extremeños se tocan; la puesta en escena "vita brevis" evoca la pintura de catolicismo posterior a Trento), James Barry junto a su discípulo espiritual William Blake, el retablo shakesperiano de Fuseli, la composición tenebrista de Joseph Wright de Derby, perfilando con punzantes sombras una escena propia (irónicamente) de la época de la ilustración y del cientifismo burgués, los cuadros victorianos, que tenemos poca ocasión de ver en Madrid (Burne-Jones, Leighton, Millais, Sargent, Rosetti...)...
Algunos grandes nombres representados por obras pequeñas (pero interesantes): Reynolds, Constable, Gainsborough...
También se exponen libros y esculturas.
Vale la pena.