La figura de
Anatoli Liadov es, como la de Paul Dukas, la de un gran compositor menor.
De una tal vez excesiva capacidad autocritica (tambien Dukas era asi, hasta lo maniatico), exigio siempre tanto de si mismo como de sus discipulos (entre los que se encontraba el joven Prokofiev).
Su conservadurismo era proverbial. Stravinsky nos cuenta que a la menor osadia tecnica de un alumno, Liadov replicaba: "
No entiendo por que esta usted estudiando conmigo. Vayase con Richard Strauss. O con Debussy. Pero en un tono que realmente queria decir:
Vayase al diablo!"
Se gano el respeto de Tchaikovsky, quien al principio lo detestaba y que acabo por regalarle una copia de su
Manfred (las copias eran bastante caras en aquel entonces).
Su catalogo no es muy extenso, pues al parecer era tambien muy perezoso.
Cuenta la leyenda que Diaghilev le encargo un ballet, y que cansado de esperar al procrastinador Liadov, al final traslado el encargo para la temporada de 1910 al novato Stravinsky, quien compuso
El pajaro de fuego.
De una opera que nunca realizo surge el material para un par de sus poemas sinfonicos, como
Kikimora o
El lago encantado.
Estos no son tanto narrativos (como
El aprendiz de brujo) sino mas bien atmosfericos (como
El preludio a la siesta de un fauno), casi como postales.
Os dejo con
Baba-Yaga (la bruja que vive en el bosque en una cabagna construida sobre patas de gallina. La conoceis de los
Cuadros de una exposicion de Mussorgski: aparece justo antes de la
Gran Puerta de Kiev, el ultimo cuadro)
Baba-Yaga, de Liadovy aqui teneis
El lago encantado, inspirado en un episodio del Kalevala (aunque no he conseguido saber en cual ni que "argumento" tiene).
El lago encantado, de Liadov