Margarethe Teschemacher (1903 - 1959) nació en Colonia, ciudad en cuyo Conservatorio estudió, debutando como profesional con sólo veintiún años en la Ópera local. Su carrera discurrió por teatros alemanes hasta finales de los años veinte, incluyendo un contrato en Dresde. Su fama se extiende sobre todo con los papeles epónimos de "Daphne" y "Arabella". En Londres sus actuaciones mozartianas son muy aplaudidas. Se suceden los debuts en Barcelona, Milán, Chicago, Viena y Múnich. Tras la S.G.M. su carrera no llega a recuperar su anterior vitalidad y transcurre algo oscuramente en Düsseldorf hasta su temprana muerte.
Las numerosas grabaciones de Teschemacher nos dan una imagen de esta soprano como, ante todo, una soberbia vocalista. La voz era de medio carácter, de bellísimo color lírico y amplitud suficiente para cometidos más dramáticos. Es famoso su registro de Rezia, sobresaliente pese a la exigencia tremenda del papel. La emisión era límpida, homogénea y
squillante en el agudo, sin el famoso silbido fijo germánico, y podía adelgazarse en
pianissimi cristalinos. El legato era ejemplar. Se trataba de una cantante en la que la elegancia siempre estaba cerca del distanciamiento, pero supo hacer una Sieglinde intensamente femenina y una Senta cuya melancolía tenía algo de irreal, de verdadera balada romántica.
La escuchamos en arias del Verdi tardío. La frecuencia de una tesitura grave no favorecía a Teschemacher, pues su registro inferior era discreto, pero el carácter lírico dramático de estos papeles era muy afín a sus medios y temperamento.