Bueno, tengo que decir que la crónica de las función que presencié este sábado la comentaré después de verla de nuevo el 3 de Diciembre.
No obstante sí quiero comentar la odisea que ha significado para mí conseguir dos míseras entradas gratuitas:
17:00. Llegamos mi amiga y yo a la puerta del centro para hacer cola. Había un puñado de personas en la puerta, casi todos gente mayor, dispuesta a hacer cola. Espero, mientras oigo quejarse a la gente el hecho de hacer cola durante el frío, porque el telefono de reserva de entradas no deja de sonar comunicando durante las 4 horas de atención (9 a 13h), y que cuando te contestan en para decirte que no quedan entradas. Encima el primer día de comienzo de reserva. Todos sospechaban que el centro las había distribuido entre sus amiguitos.
Sigue llegando la gente, entre esas oigo un señor que pregunta : "¿Oiga y la Traviata de qué va?" "¿Y qué significa?" un señor mayor le responde : "La inolvidable". Luego pregunta : "¿Se sabe de qué país era Verdi? ¿Argentino no?" "Italiano". responde otro señor.
Sale un coordinador a ver cuanta gente hay en la cola y se rumorea que no hay entradas, que sólo se repartirán si no quedan.
18:00. Llegan otros dos amigos míos, y de repente una señora (llamémosla Loli) se pone a chillar : " Esos dos estaban detrás! A la cola!" Yo le digo que son mis amigos, y me suelta : "claro, si por esa regla de 3 me traigo a 18", y todo el rato cuchicheando a escondidas de nosotros. Y yo no era el único, una señora que iba detrás de mí trajo a su hermana, y Loli vuelve a protestar. Finalmente Doña Loli se cuela. Y encima cuando le dicen que se ha colado. Suelta una sonrisa de "si, soy yo" y asiente. Tanto criticar para finalmente colarse.
18:40. Finalmente reparten las entradas y un tumulto de gente se aglutina entorno al encargado, diciendo "se han colado, se han colado", y el señor mayor que respondió que Traviata siginifica "inolvidable" sobrepasa a mis amigos y se me pega a la espalda. Se cuelan un montón de señoras mayores que están detrás de mi. Me reparten las 2 últimas entradas que quedan, y dubitativo me quedo un momentito mientras que el viejo me da en la espalda y dice : "¿ qué pasó? Trae acá no?" me voy hacia mis amigos y le pregunto si nos vamos o no, finalmente paso con mi amiga y los otros dos deciden irse. Pasamos los últimos, mientras que el señor mayor me dice : "Eres un desleal. Eso no se hace". ¿ Me pide acaso, que le de mis entradas, pero si el las tiene no me las da a mi? ¿ A quién soy desleal? ¿A él o a mis amigos?
Encima, cuando paso a la sala, descubro que ¡oh! hay asientos libres. Y veo a doña Loli y sus amigotas felices y contentas en sus butacas después de haberse colado descaradamente.
A mí me dan mucho respeto los mayores, y siempre les trato con educación y esmero, pero detesto que haya gente que aprovechándose de su edad para sacar tajada, y claro, si no cedemos a sus caprichos, los jóvenes no tenemos respeto, claro. Por mi parte, y siguiendo mi línea de respeto y atenciones, no me vuelvo a dejar amilanar por ningún anciano.
Pero lo peor es que después de anunciarlo en las webs, y en varios sitios, es una lástima que una iniciativa tan interesante como la de Ópera Moncloa, que acerca la ópera gratuitamente a quienes no puedan ir al Real por poner un ejemplo , y encima, con unas funciones en las que te lo pasas bien, tenga que depender de un centro cultural con una organizacíón pésima, con un negligente servicio de entradas, que haga sufrir a la gente por divertirse un rato. Una vergüenza.
Todo distinto a las funciones que organiza en la Complutense, con un teléfono asequible, con una reserva más fácil, y sobre todo, con colas organizadas, y sobre todo que nadie pasa sin invitación.
Mi consejo : ABSTÉNGANSE de ir al centro cultural de moncloa, si no quieren pasar un mal rato con colas llenas de gente maleeducada y un nulo reparto de entradas. Si quieren ver a ópera moncloa, vayan a sus funciones en la Universidad Complutense, desde luego, mucho mejor organizadas.
Por mi parte, no vuelvo más a ese vergonzoso teatro, salvo que pongan rarezas (Merlín, Dido y Eneas), y por supuesto, no me traigo a ningún amigo.
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