BIRGIT NILSSON. Biografía
(no, no es el de Muchachada disfrazado
)
Adjunto un interesante texto encontrado en archivowagner.com, cuyo autor es Fernando Guzman. Se trata de un interesante resumen biográfico que nos ayudará a despachar el trámite de la biografía de los cantantes:
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MARTA BIRGIT NILSSON nació, el 17 de mayo de 1918, en Karup (Suecia), en el seno de una familia campesina. Pronto llamaría la atención por sus facultades vocales, obteniendo una beca, con la cual pudo cursar estudios musicales, en la Real Academia de Música de Estocolmo. Donde tuvo, entre otros, profesores al tenor inglés -nacionalizado sueco- Joseph Hislop, que había tenido como pupilos a Jussi Björling, Per Grundén, Sven Olof, y otros importantes cantantes escandinavos.
Su
debut profesional tuvo lugar en 1946, interpretando el papel de Agatha en el “Cazador furtivo” de Weber, en la Real Opera de Estocolmo, bajo la dirección de Leo Blech. Durante la siguiente temporada interpretó los papeles de Lady Macbeth y la Mariscala. En 1949 cantó la “Misa Solemne” de Beethoven bajo batuta de Erich Kleiber. De este año datan sus primeros registros fonográficos. Su ascendente carrera (que cronológicamente, es paralela a la de: M. Callas, R. Tebaldi y, E. Schwarzkopf), es imparable hacía el estrellato.
Fritz Busch al oir su voz quedó profundamente impresionado, ofreciéndole cantar la Elettra mozartiana de “Idomeneo” en el Festival de Glyndebourne de 1951. De este año es, también, el “Réquiem” de Verdi que, bajo la dirección de Dobrowen al frente de la Orquesta Sinfónica de Estocolmo, interpreta junto al tenor Torsten Ralf. Dos años más tarde, se produce su debut en Viena, con los papeles de Sieglinde y Elsa.
Allí ampliaría su repertorio italiano con Tosca, Aída y Amelia. En este momento de su proyección artística, junto a los personajes anteriormente señalados, ha actuado encarnando otros, de los que destacamos: Anna, Venus , Senta y Lisa (de la opera “La reina de picas”). La temporada 1954-55 es, sin duda, una de las fechas más importantes en la carrera musical de la soprano sueca. E
n 1954 debutó en Bayreuth cantando el papel de Elsa, junto a Windgassen, Uhde y Varnay, bajo la batuta de Eugen Jochum, dando lugar a una larga y fructífera colaboración con el Festspielhaus que abarcaría hasta 1971, marcando el momento más transcendente de su carrera. Durante esta temporada cantó su primera Brünnhilde en el “Ocaso de los dioses”, Salomé y “la Walkiria”, junto al ya veterano Set Svanholm, en Estocolmo. También debutó en Munich interpretando el papel de Brünnhilde, en un ciclo completo del “Anillo”. De esta fecha es la grabación, recientemente aparecida en el sello discográfico Orfeo, que recoge el “Götterdämmerung” dirigido por Knappertsbusch el 1 de septiembre de 1955, representado en el Teatro Principal de dicha ciudad alemana.
Su primera actuación en el Nuevo Continente tuvo lugar en 1956, en la ciudad de San Francisco. Un año más tarde, debutó en el Covent Garden con el “Anillo”, volviendo en varias ocasiones para interpretar los papeles de Isolda, Amalia (Un ballo in mascara, con la Opera Real de Suecia en 1960), la Elektra de R. Strauss, Turandot y Leonora. También, en 1957, se presentó en Chicago con “la Walkiria” y, un año más tarde volvería para interpretar una “histórica Isolde” bajo la dirección de Rodzinski, quien retornaría de este modo a la ciudad tras 10 años de ausencia. En Diciembre del siguiente año abrió la temporada de ópera de la Scala con Turandot, uno de los papeles por los que recibiría la aclamación de la crítica especializada. De esta época data la aparición de la Nilsson, como Isolde y Brünnhilde ante el público barcelonés, junto al tenor Windgassen.
En 1959 debutó en el Metropolitan neoyorkino como Isolde, donde volvió en cinco temporadas durante la década de los sesenta. En 1961 cantó el papel de Leonora en Chicago, junto a Vickers y Hotter.
En mayo de 1965, por primera vez en Estocolmo, incorporó el papel de Elektra, por primera vez, a su repertorio. Siendo éste, junto a la mujer de Barak de “la Mujer sin sombra”, el papel strausstiano más frecuentado por la soprano, todavía cantaba estos dos papeles a comienzos de los ochenta. El 7 de julio de 1973, dentro del Festival de Orange, bajo la dirección de Karl Böhm y, junto a Jon Vikers, interpretó el papel de Isolda. Durante la década de los 70 sólo incluyó, en su repertorio, un nuevo papel: la esposa Dyer, que interpretó en Estocolmo en 1975. Ese mismo año, grabó lieder de Sibelius y R. Strauss, acompañada al piano por J. Soyóm, mostrando el comienzo de su lento declive, (cosa que no se diría al escuchar los lieder “Allerseelen” o “Wiegelied”). De 1975 data, también, una selección del acto II del “Parsifal” que cantó junto al tenor austriaco Hans Beirer, aparecida en el sello discográfico Philips.
En 1983 vino, de nuevo, a España actuando en el Teatro Principal de Valencia. Después de su
retirada de los escenarios, en 1984 -a la que se refirió con las siguientes palabras: “el tiempo ha venido a encerrar mi voz en el cuarto de baño”-, continuó impartiendo clases de canto, como ya venía haciéndolo antes de su despedida. Así mismo, también intervino en un concierto homenaje a su compatriota, el tenor Jussi Björling. En el Festival de mayo de 1993 del BOC Covent Garden condujo dos sesiones en el Crush Bar de la Royal Opera House, instruyendo en el difícil arte del canto a jóvenes promesas.
Nilsson
es generalmente considerada como la última soprano wagneriana de su época. Su voz dotada de potencia sonora, homogeneidad en todos los registros, perfecta en su entonación, con un amplio timbre alto (llegando hasta el DO5, cuando no más allá), su consumada maestría en los pianissimos... hacen que uno sepa disculpar cierta frialdad en algunas grabaciones (sobre todo en los comienzos de su carrera), máxime cuando es esta forma de abordar la interpretación de los personajes la que hace de la misma una princesa Turandot ideal. Cuando además ésta, que algunos críticos denominan gelidez para referirse a la soprano sueca, se funde, como la nieve, en su interpretación de la hija de Agamenón (Elektra) haciendo, como señala Martin Triana, que el personaje encontrase en B. Nilsson su total encarnación vocal y dramática"