Esta entrevista la he hecho para vosotros, he elegido las preguntas y respuestas que me han parecido mas interesantes, y he cortado bastante para hacerla amena. La segunda parte, son las respuestas de Raimondi a las preguntas que le escribisteis. Las editare mas adelante.
Agatarco: Por qué se suele comparar las voces de los cantantes de hoy con los del pasado? Las voces del pasado eran mejores?
Raimondi: Creo que no se pueden hacer comparaciones con los cantantes de ayer por el simple motivo de que cada uno de nosotros tiene unas características precisas que te hacen ser distinto de los demás. Una voz del pasado no volverá nunca más, no existe ese periodo de tiempo, esa década, esa vieja gloria. Miremos al futuro en todo caso, con una buena dirección de orquesta y dirección escénica de nuestro tiempo, descubrir cuales son las cualidades que salen de los cantantes jóvenes.
Agatarco: Hay que seguir a la perfección una partitura a la hora de estudiarla o es mejor hacerla característica a la propia voz y al modo de cantar?
Raimondi: No se estudia solo cantando las notas y el texto al piano, sino leyendo y preguntándose el por qué, pensando de dónde viene el personaje, quien es, cómo es…y crearse en la cabeza una idea precisa de cómo expresarse. Es extraño que hoy en día se piensa al personaje siervo de la vocalidad, cuando para mí es la vocalidad servidora del personaje. Yo he buscado siempre el tipo de vocalidades no para cantar solamente sino para servir y para dar una credibilidad al personaje.
Agatarco: El personaje crece o cambia estudiando con un director de escena? Un director se ayuda sobre las peculiaridades de un cantante sea físicas que vocales para crear un personaje?
Raimondi: El personaje crece durante los ensayos junto al director de escena. Hay ciertos personajes muy amplios que de base no pueden cambiar, lógicamente si hay una idea interesante alrededor de éste que se puede desarrollar , es obvio, que el personaje cambia. Hay óperas como en Don Giovanni o Falstaff donde el personaje está sostenido y caracterizado por los demás personajes de la ópera, si se cambian éstos y su entorno, automáticamente cambia el protagonista. La ópera no esta hecha de un solo personaje sino de varios, desde el último comprimario al más importante, son todos imprescindibles para crear la historia en cada detalle.
Agatarco: Una buena voz expresiva lo es todo?
Raimondi: Existen voces bellísimas, perfectas, (algunas que me aburren tremendamente) y otras voces menos bonitas pero más presentes desde un punto de vista expresivo que me interesan bastante más. Si tuviera que elegir entre una buena y bonita voz poco expresiva y una voz menos bonita pero muy expresiva, elijo la segunda, porque para mí el teatro no es solo voz y música sino la unión de un conjunto de todo esto más el saber decir.
Agatarco: La expresión del canto es innata o se aprende con el tiempo?
Raimondi: Se aprende de muchas maneras, escuchando discos de hace 50 o 60 años, escuchando a los colegas, en el escenario. Es mejor razonar sobre un modo de expresión que te pueda gustar que no copiarla sin saber el por qué.
Agatarco: No se aprende copiando…
Raimondi: No! Pensando.
Agatarco: Por qué la dicción es importante?
Raimondi: Creo que la he mejorado en los últimos años!! El teatro de ópera se ha vuelto dramático, un “hablando cantando”, por consiguiente la dicción es importante e imprescindible que sea clara porque el público necesita entender lo que está pasando en el escenario. Cantar, a veces, comporta a transformar ciertas aes en oes, pronunciar algunas consonantes más para preparar la vocal, sostener una nota en una vocal o consonante para adaptarla a una posición mejor y muchas veces se puede estropear la palabra. Cierto es que la dicción comporta a la expresión. Tener una dicción perfecta sin expresar una palabra…una emoción…no sirve para mucho, es mejor no entender las palabras pero si su significado.
Agatarco: Hoy en día es difícil divertirse en la ópera…por qué los cantantes buscan la perfección en los personajes y los directores en la música, y cada vez se olvida más que la ópera es también teatro y todo puede ocurrir improvisamente?
Raimondi: No creo que sea sólo culpa de los cantantes, creo que hay cada vez más directores de orquesta que buscan detalles,..la croma, la entonación, la dicción…y creo que el problema son los discos. Todo tiene que ser perfecto. El disco crea una cultura y una realidad completamente falsa del canto y de la orquesta al público. El público se olvida que un cd de ópera se graba durante un período de diez días más o menos, repitiendo, cortando, descansando… de una ópera que se hace en un teatro en tres horas. Muchas veces existen situaciones durante las representaciones en las que un cantante no se encuentra en condiciones fisicas óptimas, que llevan a tener problemas vocales durante la ópera. Es un mundo que está cambiando hacia una cierta superficialidad.
Agatarco: No se improvisa ya en el escenario…se ha vuelto todo muy mecánico. Los cantantes no se dan una libertad en escena. Por eso no nos divertimos?
Raimondi: Me acuerdo que con personajes como Taddei y muchos otros, cada noche era una improvisación. Era más divertido, un teatro vivo. Artistas que respondían sea vocalmente que como actores. Nunca se repetía la misma situación. Cada noche se desarrollaba el personaje en base a la noche precedente, durante el día, se pensaba por qué y cómo sucedían las cosas. Hace 40 años, yo viví el final del “golden age”, era todo otra cosa, un ambiente más vivo, dependía del escenario, de la orquesta, de los directores de orquesta y del teatro, era un mundo que pensaba, discurría y veía las cosas desde el escenario y para el escenario. Antes se pensaba “este tenor podrá cantar Trovatore dentro de 5 años, preparémosle”, hoy en día llega una voz interesante y le sacan en seguida al escenario a cantar Trovatore, después de un año está acabado. Antes había maestros que se tomaban la responsabilidad de formar la carrera de un cantante, hoy en día es muy difícil. Hoy no existe el ambiente creativo del teatro que ayuda a los artistas a llegar al día del estreno preparados y firmes, hoy se dice...” a lo mejor llega a hacerlo”. Creo que hoy falta el amor hacia el teatro, se ha vuelto casi un business, el teatro no da ya esas prerrogativas de espectáculo interesante que hemos tenido hasta hace pocos años.
Agatarco: En que se cree hoy en día?
Raimondi: En ganar dinero. Habría que volver a amar el teatro.
Agatarco: Y el público?
Raimondi: Ama el teatro. Se le prepara a amar y a entender el teatro. Hay que respetar el público. No se pueden gastar millones en poner puestas de escena con prostitutas o drogados en óperas como Traviata o Don Giovanni, porque o hay una idea genial, o sino, no hay motivo, no funciona. Y para las personas que van por primera vez al teatro, es una gran desilusión. Yo personalmente voy al teatro para soñar. Hay que buscar el modo que la gente encuentre el placer de ver lo bonito y lo feo del verdadero teatro, no del teatro reconstruido y readaptado.