Astrid Varnay: Brünhilde
El Spi, que es muy listo, me deja con una ímproba tarea, a la que voy a dedicar esta frustrada noche de viernes (frustrada porque tenía un plan estupendo, pero mañana tengo una boda a las 10 de la mañana a 200km y no hay posibilidad de plan
).
Varnay ha sido la Brünhilde de los años dorados del Bayreuth de los 50. Es la Valquiria de todos esos ciclos que los wagnerianos tan bien conocemos: Krauss´53; Keilberth´55 y los tres ciclos de Kna (56, 57, 58), entre otros. Su encarnación de la hija de Wotan, verdadera protagonista del ciclo junto con éste, es una de las cimas interpretativas y canoras de Bayreuth.
Yo sostengo que la encarnación de Brünhilde siempre ha de moverse entre dos patrones: la diosa que fue y la mujer que es. Hay cantantes que se inclinan más hacia uno que hacia otro. Así, cuando hablamos de Flagstad o cuando hablemos de Nilsson, veremos como éstas tuvieron momentos de su carrera en que fueron más diosas que mujeres. Sin embargo, la encarnación de Varnay resulta bastante difícil de definir en estos parámetros.
Como yo soy amigo de inventar palabras y categorías, la interpretación de Varnay me gusta calificarle como de "
ser humano trascendente", es decir, ella es una Brünhilde humana, pero que recuerda que fue diosa, y lo que eso implica. Es una fusión perfecta de ambas tendencias.
Os propongo dos audiciones. Las dos están sacadas de la toma que me parece que mejor representa su Valquiria, la de
Clemens Krauss del año 1953, donde sus condiciones vocales estaban mejores.
La primera es el
pequeño duo entre Sieglinde y Brünhilde del tercer acto de la Valquiria. Resulta una toma curiosa por la Sieglinde de
Regina Resnik. Dos cantantes que terminarían cantando como mezzos, cantando de sopranos
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Obsérvense, en el duo, varias cosas.
-La
primera, la clásica y proverbial energía que imprime Krauss a la partitura.
-La
segunda, el aire de urgencia que Varnay imprime a sus frase (Wotan viene, es comprensible).
-La
tercera, la ausencia de problemas en Varnay para ascender a los complicados agudos, salvo alguna nota portamentada.
-La
cuarta, la deliciosa forma en la que pronuncia la palabra
Siegfried
La segunda audición que propongo es uno de mis momentos preferidos del Anillo. El duo entre Siegfried y Brünhilde al principio del Ocaso de los Dioses. De nuevo la toma de 1953, acompañada Varnay por Windgassen como Siegfried
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Este fragmento, junto con el anterior, sirve para probar mi tesis acerca del ser humano trascendente. Varnay es la misma, pero el acento es totalmente distinto. Su canto rezuma amor por Siegfried, ni siquiera cuando lamenta haber perdido su condición divina se la ve realmente triste.
Pues nada, espero que la disfruteis. El domingo tocará Mödl como Brünhilde