Para hablar de la Adalgisa de Marilyn Horne tenemos dos registros maravillosos, el estudio con Sutherland de 1965, donde ambas brillan a un nivel estratosférico, pero cuyo trabajo se ve empañado por dos compañeros masculinos (John Alexander y Richard Cross) de mediocridad patente.
Por eso (y tras hablarlo con Mili) he decidido comentar la Adalgisa de Horne sobre la grabación
in house del 4 de abril de 1970 del MET, junto a Joan Sutherland, Carlo Bergonzi (un bestial Pollione) y Cesare Siepi bajo la dirección del usual Richard Bonynge.
Un mes antes, Marilyn Horne había debutado en el MET con el mismo papel y con el mismo reparto. El debút de Horne en el MET estaba programado para la temporada 1964-1965 (la última del viejo MET) con Adalgisa en una producción con Joan Sutherland. Bien, a Sir Rudolph Bing no le gustaba especialmente Marilyn Horne, y una de las condiciones impuestas por Sutherland era tener a Bonynge como director y a Horne como partenaire, Bing no lo aceptó y Sutherland tuvo que hacer
Lucia di Lammermoor. En 1970, el altivo Bing aprendió la lección. Tras el éxito de la inauguración del MET, se embarcaron en una gira a lo largo de los EE. UU, en la que tuvieron entre otros a Tagliavini, Cioni o Alexander de Pollione o a Raimondi y Vinco, como Oroveso.
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En su airoso de entrada, Horne, recibe una preciosa ovación, pero no saben lo que les viene.
Sgombra e la sacra selva
Fijaos, en la maravillosa
messa di voce que se marca Horne sobre el Deh, de su lamento
Deh proteggimi oh Dio. Brutal, impresionante.
Deh, proteggimi o Dio!
Entra el gallardo Pollione de Carlo Bergonzi, un romano con estudios, el dialogo es corto, pero el suficiente para ver a un Bergonzi completamente entregado y la magnifica prosodia italiana de Horne y su dominio del registro grave.
Eccola, va mi lascia
El duo
Va crudele al Dio spietato y en el
Vieni in Roma, vieni o cara es una masterclass de canto, tanto por parte de Horne (esa manera de aligerar la voz en algunos pasajes! esa imitación Caballesca en la segunda parte del duo!) tanto por Bergonzi, proconsul, nunca soldado.
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Vamos con las druidas.
Si hemos elegido esta grabación, es por la mágia que rezuma, por la compenetración, por la belleza de las voces de Sutherland y Horne.
En la introducción
Adalgisa!... alma costanza, vemos a una Horne que delinea asombrosamente su personaje y a una Sutherland muy implicada en su cometido (cosa algo rara). Ponemos esto, como aperitivo de lo que más adelante nos darán las dos señoras.
Qué maravilloso
Oh rimembranza con ese clarinete obligatto. Joya absoluta del bel canto. Qué comprensión casi maternal de la Sutherland.
El virtuosístico
Ah si fa core, abracciami es una unión vocal inigualable, las voces parecen una.
Encaramos ahora el final del I acto. Ese combate a muerte entre los dos antiguos amantes frente a una desnortada Adalgisa.
En el dialogo
Ma di l'amato giovine en el que Norma descubre quién es el amante por el que Adalgisa ha dejado sus votos, Horne temerosa y Sutherland iracunda mantienen un mínimo duelo hasta la llegada de Bergonzi.
El
Ah non tremare o perfido Sutherlanesco es quasi perfecto salvo algún ataque aspirado a un agudo, por el resto impecable. Es solo la preparación de lo que se nos viene encima, el maravilloso trio
Oh, di qual se tu vittima que cierra el I acto de la ópera. Es otra de esas cosas que no se puede explicar con palabras, porque desde una Horne excelsa, pasando por un Bergonzi inspiradísimo y una Sutherland (ese cierre High D final!) impresionante, todo es historia del canto.