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Claudia Muzio hacia el final de su vida</center>
Claudia Muzio fue una mujer sumamente discreta fuera del escenario.
Claudia Muzio escribió:
Vivo consagrada a mi arte; para el mundo no existo. No he aceptado nunca una invitación para una fiesta social. Me disculpo, con la mayor gentileza posible, pero no voy"
Desde la muerte de su padre en 1917, la relación de Muzio con su madre, mujer de naturaleza taciturna y posesiva, fue muy estrecha y, hasta cierto punto, contribuyó a aislarla de otras compañías.
Sin embargo, esas compañías existieron: tanto amigas como su secretaria May Higgins (que dejó una interesante correspondencia donde detalla sus relaciones con la cantante), como algunos amantes, entre los que destaca el
affaire que mantuvo con un joven Aristóteles Onassis en Buenos Aires.
Aunque para Muzio su gran amor fue siempre:
Claudia Muzio escribió:
El público, por encima de todo. Para él vivo. Es mi amo, único e inapelable. Forma parte de mi destino y me llega hasta lo más hondo
Su matrimonio con un joven italiano, Renato Liberati, diecisiete años más joven que la cantante, fue un asunto desdichado, como el resto de sus andanzas amorosas. Y como sus asuntos económicos; se arruinó tras el
crack bursátil y a partir de entonces vivió entre un mar de deudas.
Su estado de salud declinó también rapidamente. Problemas nefríticos y una dolencia cardíaca amargaron sus últimos años. A pesar de ese delicado estado de salud, aún consiguió grandes interpretaciones y grabar la estremecedora serie para Columbia, que constituye hoy el núcleo de su legado artístico.
De su muerte el 24 de Mayo de 1936, en el Hotel Majestic de Roma, fue atribuida por el rumor a un suicidio de la artista. Oficialmente, se declaró muerte natural por paro cardíaco. Para honrar su memoria se erigió un monumento en su tumba, con el siguiente texto:
"La sua voce divina le genti d'ogni remoto paese amalió. Messagera di grazia, di forza, di luce, d'arte. Gli amici memori".
Tal vez su epitafio ideal fuera, sin embargo, el de su amigo Lauri-Volpi:
"Tan grande y feliz artista en el escenario, como modesta y desventurada en la vida".
Escuchamos dos canciones en la inolvidable voz de Claudia Muzio: "O del mio amato ben" de Donaudi, y "C'est mon ami" de Crist.
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