Hoy salían a la venta las entradas para el recital del 8 de febrero. Menuda mañanita de nervios he pasado. Menos mal que la hora de apertura de la venta (las 11:00) coincidía con una reunión (no con una clase), que hoy terminaba mi horario antes y que mi jefe me ha dejado estar pegada a internet y con el móvil en la mano. ¡Conseguí las entradas!
Al momento volví a entrar en la página: ya casi no quedaba patio de butacas (había transcurrido un cuarto de hora) y los palcos estaban a medio vender. Pues bien, a las 13:00 hs voy a recoger los tickets (no sea que pase algo raro
) y ya sólo quedaban algunas de paraíso.
Creo que cuando hicimos Fausto las entradas se agotaron al cuarto de hora.
¡Es increible! Si llega a ser otro día de la semana simplemente me quedo sin ellas porque a todo el mundo al que intenté pedirle el favor tenía el mismo problema o bien pasaron del tema
En el Teatro no nos dan privilegio alguno a pesar de llevar allí tanto tiempo cantando.
Pues nada, que ya os contaré.
Besos