AQUILES MACHADO
"Tengo preocupación por mejorar la sociedad en la que vivimos"
Almudena González
Madrid, 29 nov (EFE).- Sin el espíritu atormentado del protagonista de "Los cuentos de Hoffman", el papel con el que regresa al Teatro Real, el tenor venezolano Aquiles Machado no se conforma con la realidad que le rodea y siente la responsabilidad de mejorar, a través de su arte, la sociedad que le ha tocado vivir.
"Volver al Teatro Real es volver a mi casa, porque desde que en 1998 canté 'La Bohéme', o incluso antes, he abierto una relación no sólo con el teatro y con el público, sino con toda la gente que trabaja aquí", comenta el tenor en una entrevista con Efe con motivo del estreno este fin de semana de "Los cuentos de Hoffman", de Jacques Offenbach.
Alternándose con el tenor Marcus Haddock, Aquiles Machado cantará los días 6, 9, 15, 18 y 21 de diciembre en esta coproducción del Teatro Real, con el Théâtre du Capitole de Toulouse, la New Israel Opera y el Teatro Regio de Turín, que cuenta con la escenografía y el vestuario de Ezio Frigerio y Franca Squarciapino.
Emocionado, pues reconoce que en el Real y en el Teatro Teresa Carreño de Caracas se pone "super-nervioso", Machado, pupilo de Alfredo Kraus en la Escuela Superior de Música Reina Sofía y el primer venezolano que pisó el escenario del Metropolitan Opera House de Nueva York, se enfrenta a un papel con el que se siente identificado en este momento de su vida.
"Tengo una cierta conexión con lo que Hoffmann piensa acerca de lo que se podría hacer con la realidad; él es un hombre que vive en una realidad que le perturba, que no lo hace feliz y trata de transformarla con su mundo interior y creativo", explica el cantante sobre el personaje de la ópera, basada en varios relatos fantásticos de Ernest Theodor Amadeus Hoffmann.
"Afortunadamente no sufro tanto, pero sí, desde luego tengo, tengo esa preocupación por mejorar, no sólo lo que hago como artista, sino con muchísimas cosas que tienen que ver con la realidad y con la sociedad en la que vivimos", añade.
Por ello, cree que, "sin volvernos locos y torturarnos como le pasa a Hofman", los artistas tienen una "responsabilidad" de llevar, a través de su arte, "un poquito de satisfacción o tranquilidad a esos sitios que están tan alejados de la mano de Dios o de los gobiernos y tratar de mejorar esas circunstancias de esas personas. Darnos cuenta de que nuestras circunstancias no son las mismas para otras personas", añade.
Y hablando de responsabilidades, Aquiles Machado es consciente de lo que significa su éxito y su carrera en su país natal, Venezuela. "Todos los latinoamericanos que, de alguna forma, hemos conseguido el sueño de muchos otros tenemos una cierta responsabilidad, que debe ser un estímulo, porque significamos una esperanza", opina.
Ante los cambios políticos que vive este continente, el tenor cree que no se trata de "situaciones puntuales" y recuerda que "Latinoamérica ha estado sumida en una pobreza terrible durante muchísimos años".
"La gente se ha dado cuenta de que pueden cambiar su realidad. Mi duda está si de verdad si estos mandatarios representan esas necesidades o de verdad quieren cumplir esas necesidades. Esperemos que sí. Es el sueño de todas las personas que creemos en la democracia y en las posibilidades de los países latinoamericanos", agrega.
Aquiles Machado nació en Barquisimeto en 1971 "bendecido con un gran complejo de inferioridad", que le hace sentir siempre la necesidad de mejorar y progresar, pero también con una pasión: "vivo para el canto", señala el tenor, cuya aspiración es "conseguir un sello personal" que distinga su carrera.
Ahora está preparando un cambio de "vocalidad" y nuevos papeles, aunque concluye: "nunca me veré cantando Wagner".EFE
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