Comento brevemente las dos últimas óperas representadas en el Festival de Las Palmas en abril:
1.-
Bajazet: opera de Vivaldi en tres actos, representada el 20 de abril en el Auditorio “Alfredo Kraus”. Director: Fabio Biondi; Bajazet: Christian Senn; Tamerlano: Jordi Domenech; Asteria: Sonia Prina; Andronico: un contratenor, cuyo nombre es Philip Jork o Sork (no sale en el programa porque sustituyó a la mezzo que iba a cantar ese papel); Irene: Manuela Custer; Idaspe: Gemma Bertagnoli; Conjunto “Europa galante”. Versión de concierto.
Bajazet es una ópera muy curiosa, tremendamente barroca, empezando por el argumento, situado en Tartaria (que no es el nombre de una pastelería), donde Tamerlán tiene secuestrado al sultán turco Bajazet (está basado en un hecho real). Con ese pretexto histórico, se teje una intriga amorosa.
Otra curiosidad es la inclusión de distintos fragmentos de otros autores (es decir, un Pasticcio, también muy barroco). Así, hay arias de Giacomelli, Hasse y Broschi.
Ni que decir tiene que yo no conocía la ópera (es estreno en España y desconozco si está grabada). Me pareció que tiene muy bellas arias, enlazadas por un recitativo, que , en una primera (y única) audición, resulta troppo secco. Bien cantada en general por un conjunto solvente.
2.- La otra ópera que dejé sin comentar es
Simon Boccanegra, representada los días 26, 28 y 30 en el Teatro Cuyás. Intérpretes: Genaro Sulvarán (Simon); María Pia Ionata (Amelia); Julian Konstantinov (Fiesco); Alfredo Portilla (Gabriele); Juan Tomás Martínez (Paolo).
Oyéndola de nuevo (es la primera vez que la veo representada), se me ocurren dos comentarios: primero que Simón es la ópera más parsifaliana de Verdi (Kurnematz, Titurel, Amfortas y Klingsor frente a Simon, Fiesco y Paolo); segundo que es la que más recuerda al Requiem por Manzoni: en algunos momentos me parecía estar oyéndolo.
Es una obra injustamente poco representada (¿la confusión engendrada por el ínclito García Gutiérrez, con sus rebuscados argumentos?), sin embargo, cuando se sirve bien –como ha sido el caso- el público “de gusto medio” sale encantado. Todos los cantantes estuvieron bien, no hubo ninguno que dijeras “que pena que pusieran a este/a, se está cargando el clímax”. Dentro de esa tónica de corrección, podría ponerles pegas a casi todos (me hubiera gustado que Simon * fuera un barítono más noble: en algunos momentos resultaba destemplado y casi chillón; Fiesco me pareció magnífico; Gabriele tiene un hermoso timbre muy parecido al de Carreras **; bien Amelia), también a la orquesta pero en conjunto dieron una representación magnífica.
*Que nadie se tome esto como una alusión personal.
** Con el permiso de Albertodossi y resto de claque carrerista