Abdallo escribió:
Pues si Norma no es belcantista, Bellini tampoco ¿no? Vamos, que de un plumazo nos quitamos de encima al bel canto, a los cantantes y a los compositores belcantistas y al sursum corda; esto es, todo un movimiento musical que incluye a Donizetti, claro, y al mal llamado protromanticismo. Que venga Dios y lo vea, Gubreroviano. A usted, que le van mucho las boutades y el epatar a los burgueses, esta vez se ha pasado de frenada. Porque, como dijo una vez un sabio, esto no es un error, es una estupidez.
Yo, sin embargo, creo que esto es un tema muy amplio, muy complejo, sobre el que habría mucho que opinar. Partamos de que ni Norma en particular ni Bellini en general son cosas de mi especial gusto (y mire cuántas he visto en directo). Ok. De partida, todos nos hemos aprendido la Norma con Callas, que tenía una voz que bella, lo que se dice bella, pues nunca ha sido. Así que ya de partida, la Norma canónica y legendaria es una Norma alejada del concepto estándar de belcanto. Empezamos bien.
El que Callas resucitase el título abrió de algún modo la veda para que cierto tipo de primadonnas poco belcantistas de todos los tiempos (vamos de Gencer a Scotto, de Zampieri a Miricioiu, de Guleghina a Radvanovsky, de Dessí a Ana María Sánchez, de Urmana a Negri, de Yoncheva a Bumbry... y la lista podría ser interminable) se metiesen en el rol de la sacerdotisa, aportando el enfoque Callas (que, como digo está alejado del belcanto). En la otra orilla, una Sutherland o una Caballé ofrecieron Normas más estrictamente belcantistas, que debieran ser el estándar.
¿Pero cómo se come que Callas y Devia, Scotto y Cedolins, Sutherland y Guleghina, Ciofi y Gruberova, Auyanet y Agresta puedan estar cantando el mismo rol y los dos enfoques puedan resultar válidos al gran público? ¿En qué otro rol sucede algo ni remotamente semejante? Diría que prácticamente en ninguno. Y, sin embargo, ya ven. La sombra de Callas ha convertido el rol de Norma (como quizá el de Medea que, siendo una ópera de Cherubini, deberían abordar en principio voces mucho menos pesadas que una Urmana, una Hernández o una Blancas) en algo mucho más amplio de lo que podría parecer en esencia. Y ambos enfoques se han aceptado. No creo que alguien busque lo mismo en Devia que en Guleghina, y sin embargo las dos han cantado con éxito Norma: cada una bajo su prisma. Será el público quien decida cuál prefiere, pero en principio las dos son aceptables. Yo, en Norma, necesito ver a una Milf furiosa y amargada... y eso está reñido con la línea de canto. Pero para gustos.