Así es , y eso mismo aprecié en un recital que le escuché así como en su Giorgetta liceistica: voz imponente y deslumbrante, pero fraseo / estilo mejorables.
También es lógico, ya que apenas se está adentrando en ópera italiana.

¿Entonces solo los italianos pueden cantar bien ópera italiana? A mí esto de la italianitá me parece una boutade importante, la verdad. Presuponer que un italiano por el mero hecho de serlo va a ser más afín o cantar mejor a Verdi...
Me sorprende mucho que pongamos el grito en el cielo porque Fabiano vaya a cantar Manrico. De acuerdo que hace tiempo que parece haber perdido la cabeza en cuanto a repertorio; pero después de haber probado con Calaf, Cavaradossi, Don Jose o Turiddu, que pruebe Manrico me parece terreno natural y casi lo de menos.

En principio un italiano cantará en italiano, lo cual ya es importante, que se escucha a cada uno cantar en una jerga, como la Ulrica que ví recientemente en Turín.
Igualmente, se presupone que un italiano será, al menos idiomático, cantará en estilo y tendrá ese calor y comunicativa genuinos.
Se presupone, claro, porque ahora la escuela italiana (y asimilables como escribía Celletti incluyendo a los cantantes españoles) está como está.
Por supuesto, alguien nacido en USA de padres griegos (Callas) o Ankara (Gencer), por citar dos ejemplos, pueden dominar el estilo, articulación y dicción hasta convertirse en paladines del canto italiano.

En cuanto a Lise Davidsen, que me parece un fenómeno vocal, es obvio que le falta aún, estilo, legato y línea de canto italianas. También he escuchado su debut en Leonora de Forza y lo que afirmo me parece palmario, pero es una cantante de gran fondo musical, humildad y capacidad de trabajo. Por eso, subrayó aún, porque estoy seguro de que va a evolucionar y mejorar también en el repertorio italiano.
De momento, es preferible en Wagner o Strauss, pero, personalmente, es una cantante que me interesa cante lo que cante.

Fabiano que se dedique a dar pregones en su pueblo o imitar los repartidores de periódicos de antaño, porque es a lo que mejor se adaptan sus berridos espasmódicos.

Así es.

Esto de la italianità es, evidentemente, consustancial al canto en italiano; de la misma forma que no se puede cantar Wagner, Strauss o los singspiels alemanes de Mozart sin dominar esa lengua. Otra cosa es supeditarlo todo al idioma, porque ha habido y hay cantantes que exceden, con mucho, esas limitaciones, si consiguen dar en el clavo de su significado pasional, por decirlo de alguna manera. Estoy pensando en gente como Bjoerling, Tucker o Leontyne Price.

Bueno, Joan Sutherland pronunciaba de puta pena el italiano (hay una grabación de Lucia en la que en vez de "crudel fratello" dice directamente "fratel crudello", señal de que no tiene NI PUTA IDEA de lo que está cantando) y esto no le impidió ser una de las mejores sopranos de la historia en ópera italiana.
Y muchos cantantes españoles cantan zarzuela sin que se les entienda un carajo EN SU PROPIO IDIOMA, mientras que algún extranjero alcanza una dicción castellana mucho más comprensible.
Yo creo que presuponer que un italiano estará más cómodo en ópera italiana por el hecho de serlo es tan tonto como esa creencia que hay de que los españoles van a comprender mejor la zarzuela que los extranjeros. Hay grabaciones de preludios de zarzuela de Maazel que apuestan por resaltar el sinfonismo y dejan de lado el costumbrismo y la chabacanería que tantas veces se subraya cuando se hace este género. Por no hablar de una VIDA BREVE de Maazel que posiblemente sea en lo orquestal la mejor versión disponible (en dvd desde Valencia).

Creo que se está desviando el tema, por la alusión a la señora Davidsen, de la cual se está señalando su hoy.

Afirmaciones que tampoco deben ser pisoteadas, por ser meras opiniones, pero existen no pocos ejemplos similares.

Por ejemplo Birgit Nilsson por más que lo intentó, nunca fue una Tosca o una Minnie relevante, frente a lo que hizo en roles de otros orígenes.

Similar caso el de Hildegar Behrens que lo intentó con Tosca, siendo irrelevante frente a su hacer en Wagner.

La Marton y la Dmitrova, no eran italianas y ya sabemos lo que hicieron.

Más, también hoy se dividen las opiniones respecto de Anja Harteros en el repertorio italiano, por más que ella se empecine.

Así que no es nada extraño lo que se opine de la señora Davidsen, que me alegraría, si en el futuro ve la luz y se convierte en la soprano spinto del repertorio italiano de estos tiempos.

Y eso que solo he escrito de sopranos.

Así es y añado un simple ejemplo presenciado estos días en el Liceo : el barítono polaco Artur Rucinsky, cantó un excelente Renato en el reciente Ballo in Maschera, con línea , estilo y hasta dicción italiana mejor que colegas suyos de esta nacionalidad.

Ojo, que ser una gran soprano wagneriana y straussiana no está nada mal. Lo realmente importante es ser grande (y no me refiero, claro está, al tamaño corporal, que tampoco es baladí en el caso de la joven y enorme Davidsen).

Claro, pero hoy día los cantantes quieren cantar de todo y los directores quieren dirigir de todo
Mire Kaufmann, que se ha hinchado a cantar repertorio italiano, para mí con muy limitado interés.

Recuerdo una conversación con un cantante que clamaba,"Es que no es bueno que te encasillen". Pues oiga, a los "encasillados" Wolfgang Windgassen, Ursula Schröder-Feinen, Ute Vinzing o Sabine Hass no les fue nada mal.

La propia Kirsten Flagstad, sin irnos demasiado lejos, estuvo toda su vida restringida al exclusivo repertorio de Wagner y Strauss; no obstante, eso no la ha limitado nunca para ser considerada una soprano legendaria y, probablemente, la mejor de su cuerda. E, igualmente, podemos argumentar en ese sentido lo mismo sobre la muy ilustre carrera del gran Lauritz Melchior en la cuerda de tenor (heldentenor en su caso).

Se está hablando de cosas que poco o nada tienen que ver con la temporadsa del MET en sí en este hilo, sencillamente porque la temporada es de una pobreza sonrojante a todos los niveles. Salvo quizá LA DAMA DE PICAS y LA MUJER SIN SOMBRA (las dos óperas con repartos más equilibrados a mi modo de ver, y dos títulos que tampoco se ven tanto) nada justifica este año ir al MET. Puros títulos de sotacaballorey con repartos que además no lo justifican. Hay por lo menos una veintena de cantantes (algunos repiten en varios títulos) en roles principales que o no conozco o (al menos para mí) no son el nivel de lo que yo esperaría encontrar en el Met, que antes era el teatro más importante del mundo, donde podías ver a los mejores cantantes.
Veamos una lista de gente a la que yo no esperaría en roles principales de repertorio en el Met. Los que llevan interrogante es porque directamente no sé quiénes son: Angel Blue, Christina Nilson (?), Judit Kutasi, Michael Chioldi, Jack Swanson, Andrei Zhilikovsky (?), Gabriella Reyes (?), Corinne Winters, Mathew Polenzani, Erin Morley, Christian van Horn (?), David Butt Philipp, Federica Lombardi, Jacqueline Stucker, Joshua Hopkins (?), Michael Samuel (?), Seok Jon Baek (?), Oleysa Petrova, Angela Meade, Igor Golovatenko (?), Ryan Speedo Green.
Que seguro que algunos cantan muy bien, pero a algunos les he visto en provincias de España, a veces en segundos repartos... y no sé... Esto es el Met, donde antes estaban TODOS los grandes; y ahora esto. No sé, yo al Met iría a otra cosa, no a ver lo mismo que puedo ver en Coruña, Madrid, Valencia o Barcelona... que en muchos casos es lo que hay aquí.
¿Dónde están Alagna, Kaufmann, Vargas, Netrebko... los grandes nombres? ¿y las viejas glorias de salida que antes eran una constante en roles episódicos y aquí no aparece ni el primero? En fin, pues esto es lo que hay.

Si esto fuera así, es que algo se ha podrido de verdad en el mundo de la ópera. Queda el consuelo de que cantantes como Angela Meade se han impuesto en el MET con gran éxito, y en España, e Italia. Gould, Botha... han cantando en grandes teatros de manera continuada. El físico de Caballé siempre ha sido objeto de comentario, aún en sus años, pero se impuso como cantante incontestable. Tristemente ha habido escándalos sonados relacionados con el físico (recuerdo una cancelación de Voigt en Londres).

Esperemos que la dictadura de los directores de escena acabe decayendo finalmente. Entre otras cosas, porque la mayoría no son precisamente genios. Y lo que sustenta la ópera, desde mi punto de vista, no es en ningún caso el físico.

Ahora, partiendo de las mismas condiciones de mediocridad vocal, puede que se prefiera una buena forma física (lo desconozco).