Carl Tunner escribió:
Gruberoviano escribió:
Los ejemplos que me pone no son teatro, son música. Nada que ver, no me haga trampas. En ópera la música debería estar siempre al servicio del drama; y cortar el clímax de Sonnambula con esa cabaletta cuya única función es que la soprano nos enseñe lo que sabe hacer... pues la verdad no me va mucho.
No se corta ningún clímax. Es una catarsis. No es su única función el lucimiento, que si lo fuera sería lícito. Bellini abrió las puertas al mayor realismo, al melodrama romántico pleno, a una teatralidad vibrante hasta ese momento desconocida y que causó furor. Según su criterio "Oh sole ti vela" de Il pirata, "Coppia iniqua" de Bolena o "Quel sangue versato" de Roberto Devereux no tienen ninguna función dramática y están ahí para mero lucimiento?... En fin.
Por qué se pone "Gruberoviano" cuando la Sra. Gruberova se ha tirado 50 años "enseñándonos lo que sabe hacer" (de forma fascinante) y la hemos disfrutado mucho.
Fíjese que Quel sangue versato me gusta y Roberto Devereux me parece una ópera razonablemente bien construida en términos dramáticos para ser belcanto. Pero no me negará que en Sonnambula no ocurre absolutamente interesante y que es ridículo que Adalgisa (una de las bases del conflicto) desaparezca sin dejar rastro, sin cerrar su trama cuando queda casi una hora de ópera...
Habla usted del Pirata: le confieso que la única vez que la vi en directo (cierto es que con un montaje sonrojante y un elenco que no olía la obra) me aburrí como pocas veces en mi vida. Al llegar el entreacto temblé de solo pensar que aun quedaba un acto completo. No me quedaron muchas ganas de volverla a ver, la verdad (la historia también es una castaña pilonga: es como una versión cutre de
Corazón Salvaje, pero sin la villana).