Lo de la Donna es la consecuencia de la manía de coproducciones: una grandísima estrella o dos (en este caso, Flórez y DiDonato, aunque se podría contar a Barcellona como la tercera estrella) debuta(n) un papel y lo explota(n) "nell'universo... e in altri siti". Se nota menos cuando es una ópera del sota, caballo y rey, se nota más cuando se trata de una rareza como La donna del lago.
Lo curioso de todo eso es que inicialmente se trataba de una coproducción de cuatro teatros (ONP, la Scala, ROH y el Met) firmada Pasqual & Frigerio, la cual,, sin embargo, por ser un desastre, no llegó ni siquiera a Londres, donde se estrenó otro desastre firmado por un tal John Fulljames. Puesto que DiDonato (que debutó el papel en Ginebra en una producción muy "Regietheater" de Loy, revista en Viena con Malena Ernman como Elena) pidió (o impuso, o llegó al acuerdo de estrenar) "La donna del lago" a la dirección de la ópera de Santa Fe (y ya sabemos que los americanos no disfrutan particularmente el Regietheater), es la producción de Santa Fe la que finalmente llega al Met. A lo mejor, serán los neoyorkinos los que disfruten más en el complejo, por contar no solamente con las voces (aunque, en vez de Osborn, hubiera preferido a Colin Lee o a Gregory Kunde como Rodrigo), sino también con una producción que no desfigure la obra.

Lo de Broadway no está tan mal en el aspecto escénico, especialmente cuando uno no es partidario de las producciones Regietheater, pero no estoy tan seguro de que sea cosa buena traerse también a los cantantes...