mitchum escribió:
no encuentro justificados los abucheos salvo para Gatti.
Gatti junto a los abucheos también estuvo fuertemente ovacionado. Y creo que no se le puede negar que ha hecho un trabajo minucioso para conjuntar lo musical y lo escénico, lo que es de alabar. En la elección de los tempos, más que caprichosos yo siempre le he encontrado una justificación dramática.
mitchum escribió:
Con la Damrau me ha dado la impresión de que había una cantante, pero no un personaje
No puedo estar en más desacuerdo. Se le podrán poner pegas a Damrau, también se puede hablar de numerosas virtudes, (vocalmente ha sido claramente la mejor) pero de lo que no hay duda es de que ha construido un personaje de tomo y lomo. Otra cuestión es si conectamos con esa construcción de esa Violetta neurótica y adictiva o si esta tiene que ver con el personaje creado por Verdi. Evidentemente la Violetta de Verdi es diferente, su enfermedad es otra y nos aparece como una mujer más fuerte que realiza un gran sacrificio. Pero si profundizamos un poco en este último aspecto, hay también que reconocer que el sacrificio es también un signo de debilidad al dejarse morir sin luchar por su amor, real y sincero. En esta producción se trabaja en esa línea y es la sociedad y los que rodean a Violetta la que empujan a una mujer débil al abismo, sin necesidad de tisis, como tantas veces hemos vivido en personajes famosos y no tan famosos en el siglo XX. En esta producción hay una conexión con Marilyn en el inicio, y el final de ambas es bastante parecido.
Dentro de poco nos colgarán en el foro la crítica de la Grisi, plena de argumentos para exponer lo inadecuado de la vocalidad de Damrau y el crimen que ha cometido junto a Tcherniakov. Pero por detrás quedará un inmenso trabajo músico-teatral que desde mi punto de vista ha sido muy interesante.
Ocurren continuamente cosas en escena y no todo me ha convencido, estoy un poco de acuerdo en la situación un tanto extraña de la presencia de Alfredo en el inicio del segundo cuadro del segundo acto. Sin embargo los momento de cocina sí los he visto interesantes, en el sentido de que cuando amasan juntos Damrau y Beczala refleja muy bien la felicidad que están viviendo esos días y cuando le habla el padre Alfredo se pone a cortar en la cocina sin sentido buscando una actividad que representa lo poco que quiere escuchar lo que le están contando, hasta que se desmorona y comienza el diálogo. Puede causar cierta hilaridad en algunas ocasiones, en el cine hubo murmullos cuando Damrau abre la caja de los merengues (lo que le faltaba dijo uno con cierta maldad hacia su físico actual), nos pueden resultar algunas cuestiones chocantes, pero no se puede negar un trabajo teatral serio definiendo los caracteres de los personajes, incluso asumiendo que ciertos enfoques sean muy discutibles.