Berlín, Agencia EFE
La Staatsoper de Berlín, actualmente en proceso de remodelación, volverá a abrir sus puertas al público en octubre de 2014, un año más tarde de lo previsto, anunció hoy la responsable de obras públicas del Gobierno berlinés, Regula Lüscher. Así, el inicio de la primera temporada en el renovado edificio de la ópera estatal de Berlín, en la avenida Unter den Linden, se pospone hasta el 3 de octubre de 2014, confirmó su director artístico, Jürgen Flimm. Entre los motivos que retrasan la reapertura del teatro figuran problemas con las características del terreno sobre el que está edificado y la necesidad de construir pilares adicionales en los fundamentos, además de las inclemencias del duro invierno. Por otra parte, durante las obras se descubrió un búnker situado debajo de la zona de gerencia que debe ser derribado. A pesar del retraso en los trabajos de restauración, que no implicarán un coste adicional a los 250 millones de euros presupuestados, Flimm se mostró confiado y declaró que "así habrá más tiempo para preparar las nuevas representaciones de la Staatsoper". Agregó que entre abril y mayo de 2014 la ópera estatal podrá regresar al emplazamiento original en la avenida Unter den Linden para los ensayos de la temporada 2014/2015. La remodelación del teatro, construido entre 1741 y 1743 por el arquitecto Georg Wenzeslau, es uno de los proyectos culturales más ambiciosos de la capital. La Staatsoper quedó reducida a cenizas por los bombardeos aliados durante la II Guerra Mundial y fue reconstruida más o menos de acuerdo al original por las autoridades de la República Democrática Alemana (RDA). Entre otras mejoras, gracias a su restauración, la ópera estatal ganará en acústica a costa de renunciar a parte de su aforo con la remodelación de su auditorio. Así, se estima que la capacidad acústica aumentará un 30 por ciento -la llamada resonancia musical pasará de un segundo a 1,6 segundos-, pero a cambio la cifra de butacas bajará de las 1.396 actuales a 1.335, según el proyecto presentado en agosto del año pasado por el estudio de arquitectos HG Merz. El director musical de la Staatsoper, el argentino-israelí Daniel Baremboim, deseaba una remodelación en profundidad del teatro para elevarlo al nivel de otros teatros europeos, con el argumento de que de todas formas no se trata del edificio original, de mediados del siglo XVIII. Pero finalmente el alcalde-gobernador, Klaus Wowereit, impuso su tesis continuista, más económica y en respeto del concepto de patrimonio artístico. Durante las obras de remodelación, la Staatsoper ofrece sus representaciones en el Schiller Theater, en el antiguo sector occidental y a 200 metros de la otra gran ópera berlinesa, la Deutsche Oper, abierta cuando al ciudad estaba dividida por el muro. Precisamente en el lugar de las obras Lüscher y Flimm inauguraron hoy un punto de venta de entradas para las representaciones de la Staatsoper en el teatro Schiller.
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