La cuestión no es los adjetivos que se emplean sino la proporción. Graham Vick es uno de los 20 nombres de la dirección de escena de ópera del siglo XX. Calificar un trabajo suyo de mamarrachada (yo no me llevo las manos a la cabeza, puede que esa Traviata lo sea) sería como utilizar adjetivos parecidos a encarnaciones fallidas de algunos de los grandes del canto del siglo XX, como la Bolena escalígera de Caballé, por poner. Todos pueden tener un fiasco, y hay que decirlo, pero no estaría mal que se hablara con el mismo cariño y respeto (o en su ausencia, con la misma intención de comprender) de los grandes de la escena como de los grandes del canto.

Pero vamos, que Vick puede tener una cagada, como Carsen, Sellars, Lenhoff, Decker o quien sea. Pero ninguno de ellos es Vratogna

Lo de los cortesanos viendo en plan peep show al Duca refocilando con Gilda fué nauseabundo, pero es que la fiesta del primer acto con felación incluida al tenor y orgía en el ascensor (que después del escándalo en el estreno, se quitó en las siguientes funciones), era de traca.

Por no hablar de Isabel Rey con una fisura en una costilla, teniendo que trepar por un árbol como una ardilla, para coger una manzana y el pobre Machado qu ele echaron con cajas destempladas por "físico inadecuado"

¿cantaba el Caro Nome en el arbolito?

Lo de los cortesanos viendo en plan peep show al Duca refocilando con Gilda fué nauseabundo, pero es que la fiesta del primer acto con felación incluida al tenor y orgía en el ascensor (que después del escándalo en el estreno, se quitó en las siguientes funciones), era de traca.

Siempre el sexo.

Siempre el mal gusto y la chabacanería.