Otras grabaciones (y 4)
2003. Gergiev. Domingo, Urmana, Pape, Struckmann, Putilin, Halfvarson. Nueva York
Gergiev llegó al Met con el reto de insuflar nueva vida al Parsifal del teatro, lastrado por la dirección de Levine y la fosilizada producción de Schenk. ¡Y vaya si lo consiguió! El primer acto aún vive un poco del pasado, pero el segundo y el tercero tienen un enorme vigor, y además el ruso cuenta con un reparto estelar.
El rol de Parsifal es perfecto para la voz del Domingo del siglo XXI, y además no sólo ha conseguido dominar el papel, sino también desaparecer dentro de él (uno de sus grandes defectos). Y, atención, consigue dar la réplica perfectamente a una Urmana colosal, quien canta Kundry como si fuese lo más fácil del mundo.
Pape debutaba como Gurnemanz. Su voz es magnífica y su timbre muy noble, pero éste es un papel que necesita edad. Además se nota que domina más los fragmentos "conocidos" que los más áridos.
Que Struckmann es un cantante problemático lo sabemos todos, y además tiene un timbre muy peculiar, feo pero lleno de harmónicos. Ahora bien, es admirable que se lance sin red al "estilo London". Nada de lirismos y tonterías: el suyo es un desgarro total, y grita a Dios como hace tiempo que no se oía. Bravo.
Añadan a la receta un magnífico Putilin como Klingsor, sádico y viscoso. Titurel es Halfvarson, quien necesita un rato para que su vozarrón se caliente y este papel no se lo permite.
En resumen, globalmente quizás el mejor Parsifal de las dos últimas décadas. Ahí es nada.
Valoración: * * * *
2004. Metzmacher. Florian Vogt, Schnaut, Selig, Brendel, Möwes, Hörl. Hamburgo
Muchos tendrán interés en este documento para escuchar a KFV. Ya se ha discutido bastante sobre sus virtudes y defectos, aunque a mí me parece poco adecuado para el papel. El problema son sus compañeros: una Kundry chillada y con un vibrato insoportable, un Gurnemanz sólo justito, un Amfortas comatoso y un Klingsor nefasto. Un horror, vaya.
Valoración: *
2005. Thielemann. Domingo, Meier, Selig, Struckmann, Bankl, Anger. Viena
Primero de todo una aclaración: aunque este registro se ha publicado, yo tengo una retransmisión radiofónica, con lo que ignoro los trucos o arreglos que haya podido tener.
Thielemann es para muchos la gran esperanza wagneriana (como si no hubiera otros grandes directores), pero aún le falta bastante con Parsifal. Por ejemplo, la escena de Klingsor es irritantemente lenta.
Meier parece que no tenía la noche, y es una lástima, aunque ya sabemos su calidad. De Domingo y Struckmann, mejor con Gergiev, ya he hablado. Y el resto de cantantes son simplemente correctos.
Valoración: * * *