Los cuentos de Hoffmann dan comienzo con este corto preludio: una serie de acordes en
fortissimo, que con gran solemnidad parecen decirnos:
shhh, quietos callaos todos, que esto empieza.
Les contes d´Hoffmann: PreludioPrimer Acto.(Transcurre en una taberna alemana: Au tonneau de Nuremberg (En el tonel de Nürnberg).
Es de noche. La escena está iluminada por un rayo de luna.)
Introducción (
Glou! glou! glou! glou!) :
Invisibles, los espíritus de la cerveza y del vino anuncian traviesamente (
allegro vivace) que ellos son « los amigos del hombre, alejamos el cansancio y las penas ».
Escena de la Musa (
La vérité, dit-on, sortait d´un puits) :
La Musa, saliendo de una barrica gigante (a saber qué hacía ahí dentro) explica que ella « abandonó el cielo para arrebatarle a una belleza frívola el amor de un loco ». La rival de la Musa es Stella, una cantante de ópera con la que Hoffmann mantiene una relación tumultuosa, y que debuta esa misma noche el rol de Donna Anna en un teatro que está justo al lado de la taberna.
Decidida a vencer, la Musa invoca a los espíritus del vino y de la cerveza y les pide ayuda. Acto seguido, se transforma en Nicklausse (un estudiante amigo de Hoffmann) y sale en busca de nuestro protagonista.
Escena y recitativo de Lindorf (
Le conseiller Lindorf, morbleu !... Voyons ? « Pour Hoffmann ») :
El viejo consejero Lindorf, adversario de Hoffmann, hace su aparición.
La melodía que lo introduce (
allegro poco moderato) puede ser considerada como una especie de leitmotiv que irá acompagnando a las diversas reencarnaciones de Lindorf a lo largo de la ópera.
Entra por una puerta secreta que une la taberna con el teatro, acompagnado de Andrés, criado de Stella. Lo soborna para obtener una carta de Stella a Hoffmann, en la que va incluida una llave. La lee : es una carta de reconciliación en la que Stella le pide perdón al héroe, y le da cita en su palco cuando acabe el
Don Giovanni (de ahí la llave).
Couplets de Lindorf (
Dans les roles d´amoureux langoureux…) :
Lindorf promete impedir que Stella y Hoffmann se encuentren.
Bryn Terfel: Dans les roles d´amoureux...José van Dam: Couplets de LindorfEscena y coro de estudiantes (
Deux heures devant moi… Drig, drig, drig) :
Sabiendo que Hoffmann no tardará, Lindorf decide espiarlo hasta que la representación de
Don Giovanni termine. Luther, duegno de la taberna, y sus ayudantes ponen a punto el local para acoger a todos los aficionados, en su mayoría estudiantes que en los entreactos van allí para beber y escuchar las historias fantásticas que cuenta Hoffmann.
La taberna se llena con el « Drig, drig, drig,“ de los estudiantes, de ritmo trepidante (
animato, pone en la partitura) y melodía pegadiza. Uno de ellos, Nathanael, propone un brindis en honor de Stella ; otro, Hermann, se pregunta cómo es que Hoffmann aún no está allí.
Llegan Hoffmann y Nicklausse. El primero, bastante abatido y de aspecto sombrío ; Nicklausse, mucho más relajado y risuegno, reponde a la pregunta de por qué Hoffmann tiene tan mala pinta con un guigno al aria de Leporello :
Notte e giorno mal dormire, citada también por la orquesta. Los estudiantes intentan animar a Hoffmann invitándole a beber y a cantar.
Canción y escena : Leyenda de Kleinzach (
Il était une fois à la cour d´Eisenach…) :
Hoffmann canta la historia del enano Kleinzach, un bufón bastante curioso, especie de cruce entre el odradek de Kafka y El Hombre de Otro Lugar de
Twin Peaks.
En mitad del aria se le va la olla y se pone a recordar su primer amor, cuando se escapó de casa con una chica y huyeron al bosque, seguramente siendo unos chiquillos los dos.
Los estudiantes lo flipan un poco, y Nathanael le dice : ejem, perdón ?
Hoffmann vuelve en sí y remata la « leyenda de Kleinzach ».
Es un aria que tiene una estructura maravillosa, con esa intromisión de un pasado edénico en mitad de lo grotesco.
Nicolai Gedda: Il était une fois à la cour d´EisenachAlfredo Kraus: Chanson de KleinzachEscena (
Peuh! Cette bière est détestable!) :
La temperatura sube, todos están muy animadillos y deciden dejar se de cervezas y pasar a alcoholes más serios. Nathanael sugiere que Hoffmann está enamorado… Hoffmann lo niega con vehemencia : «Que el diablo me lleve si lo estoy», segnalando a Lindorf, quien no tolera la impertinencia.
Duetto Lindorf-Hoffmann (
Et par où votre diablerie est-elle entrée ici… ?) :
Lindorf y Hoffmann se enzarzan. Esto es una especie de
Via resti servita pero en versión masculina. Se ponen a caer de un burro, Hoffmann acusa a Lindorf de ser un cenizo que sólo le trae desgracias, Lindorf lo trata de pobretón, pero en ningún momento pierden la compostura ni las buenas maneras.
Finale (
Simple échange de politesses!) :
Nicklausse comenta con sorna la pelea (« un simple intercambio de cumplidos ») y los estudiantes intentan calmar a Hoffmann, diciéndole que estar enamorado es lo más normal del mundo.
Ahí Hoffmann se suelta : explica que su amada es muy especial, que es la fusión de tres (chica, artista y cortesana), y que si quieren oir las historias de sus amores. Por más que el tabernero Luther les avisa de que la pausa del
Don Giovanni toca a su fin, y que van a levantar el telón en breve, los estudiantes encienden sus pipas y se disponen a escuchar.