Aquí pondré un resumen (con fotos) del argumento de la ópera; aunque creo que la gran mayoría lo conoce muy bien
Vamos con los personajes:
Madama Butterfly (Cio-Cio-San) - Joven Gheisha Japonesa - Soprano
B.F. Pinkerton - Teniente de la Marina de los EE.UU. - Tenor
Suzuki - Criada de Butterfly - Mezzosoprano
Sharpless - Cónsul de los EE.UU. en Nagasaki - Barítono
Kate - Esposa de Pinkerton - Mezzosoprano
Goro - Casamentero - Tenor
Yamadori - Pretendiente de Butterfly - Barítono o Tenor
Bonzo - Tío de Butterfly - Bajo
Yakusidé - Tío de Butterfly - Bajo
Comisionado - Delegado imperial - Barítono
Esos son los más importantes, también encontramos a la madre de Butterfly, la prima, etc.
La acción se desarrolla en Nagasaki, Japón, a finales del siglo XIX
ACTO I.-
Al alzarse el telón vemos una casita japonesa adquirida por Pinkerton, un teniente de la marina norteamericana, para pasar una breve temporada de placer. Éste ha sabido que en el Japón es cosa corriente organizar matrimonios temporales para extranjeros, y ha contratado los servicios de un agente matrimonial (con sus ribetes de alcahuete). El obsequioso casamentero Goro está mostrando a Pinkerton la casa que ha comprado para residir en ella después de su matrimonio en Japón. Este agente le ha proporcionado una geisha de calidad, aunque en situación económica penosa: Cio-Cio San, conocida también como Madama Butterfly, hija de un noble guerrero que tuvo que hacerse el harakiri por orden del Mikado, dejando a la familia en precaria situación.
Goro presenta a Pinkerton los tres criados japoneses de la casa, entre los que se halla Suzuki, la camarera personal de Butterfly. Se marchan y Goro espera la llegada de Butterfly, la prometida de Pinkerton, la de su familia y la de otros invitados a la boda.
Lllega el cónsul norteamericano, Sharpless, quien es recibido por Pinkerton con whisky y con una serie de explicaciones sobre el porqué se casa y de qué modo, manifestando su abierta actitud ante la vida. Sharpless no comparte el entusiasmo de Pinkerton, sin embargo, ambos coinciden en la exaltación de su lejana patria al entonar un brindis.
Envía a Goro a buscar a Butterfly y alaba sus encantos, pero Sharpless se siente preocupado cuando Pinkerton pone de manifiesto su irresponsabilidad, especialmente cuando brinda por una futura esposa verdaderamente americana.
Entra corriendo Goro, anunciando la llegada de la novia, sonriente, y precedida de parientes y amigos que charlan hasta por los codos y critican en gran parte la boda que va a celebrarse. En conversación con Sharpless, Butterfly dice que procede de una buena familia, que tiene quince años y que su padre ha muerto.
Ahora Goro anuncia la entrada de los parientes de Butterfly, entre los que se encuentran su madre, un primo, un tío (Yakuside) y una tía. La conversación entre ellos es muy animada y no está exenta de recelos y ligera malicia, en tanto que los criados sirven a los asistentes. El cónsul queda conmovido ante la sencillez de la muchacha. Sharpless pide a Pinkerton que no se burle de Butterfly. Pronto Butterfly pide a todos que se inclinen ante los dos americanos.
En ese momento llega el comisario imperial, así como el oficial del registro civil Pinkerton se ríe al ver el carácter pintoresco de la escena y de los funcionarios y se burla de sus inminentes "parientes" japoneses, pero Sharpless le recuerda otra vez que lo que está haciendo no está bien y que ha visto que Butterfly cree firmemente que el matrimonio que se va a celebrar es verdadero.
Pinkerton se dirige a su esposa y ésta le pide permiso para entrar en la casa sus objetos personales. Entre estos hay una caja alargada sobre cuyo contenido la muchacha adopta una actitud reservada; en un aparte, Goro le explica a Pinkerton que contiene el puñal que el Mikado regaló a su padre con un mensaje. Butterfly sigue escogiendo sus chucherías y le cuenta a Pinkerton que por su amor se ha hecho cristiana en secreto, a pesar de tener un tío bonzo, pues considera que debe rezar junto con su esposo.
Se celebra por fin la ceremonia de la boda, el comisario imperial se adelanta, lee el contrato de matrimonio y se lo entrega a Goro, que lo hacer firmar por Pinkerton, Butterfly y sus parientes. Butterfly, entusiasmada, tras la firma del documento, hacen notar a sus parientes y amigas que ahora ya no deben llamarla Madama Butterfly sino Madama B.F Pinkerton. Todos brindan por la pareja.
De pronto se oye llegar a un bonzo que se precipita contra Butterfly con grandes gritos, pregunta qué ha ido a hacer a la misión cristiana, increpándola y acusándola ante sus familiares de haber renegado y abandonado la religión de sus antepasados. Los parientes se escandalizan. Después de maldecirla, insta a los parientes a que abandonen a la renegada, cosa que éstos hacen inmediatamente y sin querer saber nada de ella. Pinkerton, por su parte, se encara con el bonzo y le ordena que deje en paz a su esposa y se marche al instante.
Pronto quedan solos Pinkerton y su nueva esposa; mientras Suzuki ruega a los dioses por la felicidad de su señora, el esposo, transfigurado por la noche estrellada, se deja llevar por un sentimiento amoroso que, aunque momentáneamente sincero, no dejará de ser, a posar de todo, superficial.
Ambos entonan un largo dueto amoroso.