De acuerdo (a pesar del final) y a nombrar magníficas interpretaciones.
El señor enano no sé...La culpa la tendrá el anillo.
Inmensa película donde las haya; acabó reconociendo a Connery el propio Eco.

Treinta y cinco años después del clásico de Tay Garnett, Bob Rafelson se atreve con este remake de la novela de Cain. El erotismo sugerido de Garnett, al que da cuerpo -¡y qué cuerpo!- Lana Turner, se hace aquí muy explícito -la escena de la mesa de la cocina es ya mítica-; las interpretaciones de Lange (una de mis actrices favoritas) y Nicholson hacen el resto en esta película de indudable calidad.

Estaba bien, sí. En aquella época yo era muy de Nicholson. Y de los Lakers.

Ya se me pasó.

Una comedia romántica con pretensiones sobre el verdadero -si es que lo hay- significado de la vida (y de la muerte), correctamente dirigida por John Patrick Shanley (personaje polifacético que solamente tiene en su haber como director otra película más, "La duda", con Meryl Streep y Phillip Seymour Hoffman). Tom Hanks y Meg Ryan inician una colaboración que se prolongaría en el tiempo con "Sleepless in Seattle" y "You got mail". Se deja ver.

Enésima visita a este clásico del cine de terror, que sigue fielmente la novela ya que su guionista, William Peter Blatty, es el propio autor (quien sería justamente galardonado con el Oscar). Friedkin dirige con su habitual oficio y precisión, guiando a unos actores muy competentes y entregados a la causa con entusiasmo. La versión original y alargada gana mucho enteros. A mí me continúa fascinando todavía.

Y asustando ?

yo creo que sí, que sigue teniendo un algo "El Exorcista".
recuerdo que cuando se reestrenó la versión extendida fui al cine, y tenía tras de mí chavalines que se descojonaban de la escena de la araña o de la niña con la cabeza girada. pero lo que pocas películas han logrado imitar es la atmósfera del terror. ese es el toque de Friedkin. hay que poner la cinta en su momento, en su tiempo histórico, en el punto en el que se encontraban los efectos especiales. hoy se podría hacer entera por ordenador. aquello era todo artesanal.
es una peli a la que vuelvo, cual Abdallo, cada cierto tiempo. y la sigo disfrutando, con su Padre Karras y su Padre Merrin. y su Mike Oldfield en la escalerita. y tengo el libro en la estantería para degustar la historia original de Blatty.

Sí, sí, me sigue asustando. Vi la primera versión en su estreno -uno ya peina canas- y me causó tal impresión que luego leí la novela con voracidad. La versión extendida aclara y redondea la película y el final es totalmente fiel a ella. Evidentemente, en 1973 los efectos especiales eran "prehistóricos" con relación a los actuales, pero están muy bien conseguidos. La película es un crescendo permanente, con sustos y escenas impactantes, hasta el rito del exorcismo y el desenlace.

Brimstone, a caballo entre el western y el terror gótico, con una ambietación mezcla de 'Los odiosos ocho' y rl 'Drácula' de Coppola. Es dura, trágica, y todo lo efectista que se puede caer sin perder calidad. Dividida en cuatro partes, quizá la última decae ligeramente a partir de un punto. Claramente inspirada en "La noche del cazador", pero llevada al extremo. El personaje de Guy Pearce es memorable. Puede no gustar y entiendo por qué; a mí me encantó.

¿Soy el único al que esa pareja le parece la más petarda que ha parido Hollywood desde los tiempos de Rock Hudson y Doris Day?

No sé si la más..., pero por ahí le anda.

Hombre, para parejas verdaderamente petardas en el cine tenemos a José Luis López Vázquez y Alfredo Landa, Fernando Esteso y Andrés Pajares, Lina Morgan y Arturo Fernández, Zori, Santos y Codeso (estos eran más un trío), Chiquito de la Calzada y Bigote Arrocet...

A Hanks no hay quien lo aguante, solo o con.

Como mi olfato cinematográfico me hacía intuir, viendo de dónde procedían los ditirambos y de dónde los reproches hacia esta película, me ha decepcionado por completo este supuesto drama. El director se distancia tanto de lo que está contando, que la infinita tristeza de la historia se queda en nada. Frigidez narrativa, acentuada además por un humor bobalicón que nada aporta (más bien chirría) y unos saltos temporales que confunden y desconciertan. Por si fuera poco, unos actores perdidísimos en esta Siberia fílmica, empezando por Casey Affleck, que de por sí es un negado para estos menesteres, y terminando por Michelle Williams, que es una buena actriz, pero que aquí no sabe a qué leño agarrarse para evitar el naufragio. La escena de la confesión entre Williams y Affleck es patética, con dos actores gimoteando de manera ridícula, dejados a la intemperie más absoluta por parte del director, y donde uno no sabe si reir o llorar ante tanta miseria interpretativa.

Hay algún momento puntual que vale la pena (los saltos de eje desequilibrantes en el momento del intento de suicidio; algunas escenas en el barco; los planos finales...), pero es poca cosecha para transmitir algo de verdad y de emoción.

Sería entretenido hacer la lista de los actores que menos han merecido el oscar, pero mi memoria no da ahora para tanto. Lo que sí es cierto es que la mayoría de los que no lo merecían era porque en el año en cuestión hubo actores que lo hubieran merecido más, Affleck no lo merece porque no, no y no; sin más.

Pero eso no importa; es un premio, es un juego. Lo malo es que los espectadores no nos merecemos a Affleck.

Aprovecho para decir que he visto la peli esa de los muñecos de nieve y que nada, que no vayan.