Me quedo con Claudia Cardinale y con los ojos azules de Henry Fonda...

Leone tiene en esta ocasión un presupuesto a la altura de las circunstancias, muy superior a los de su trilogía de "spaghetti westerns" que le hiciera famoso. Para mí es una de las más grandes -y no solamente por su extensión- del género. El papel de Fonda como malo malísimo nos regala una faceta hasta entonces desconocida del gran actor que era. La elección de Charles Bronson, no siendo desacertada, me hace recordar demasiado al cliché de Clint Eastwood. La Cardinale es un monumento.

Cardinale está genial (en todos los aspectos), y obviamente Henry Fonda, y sin menospreciar a Bronson. Tampoco olvidar a Jason Robards de Cheyenne.

En mi modesta opinión son bastante mejores las películas de la trilogía del dólar...

Es que a mí la escena del duelo entre Armónica y Frank me gana, la cámara, imagen, proporciones, fotogramas tan cuidados.

Me pregunto si yo veo ciertas películas diferente a como las ven otras, si mi juicio está nublado al ser películas que he visto desde pequeño y las veo perfectas, como Caballero sin espada, el Cabo del Terror (la de Peck), Donnie Darko, La última noche de Boris Grushenko, las de los Marx... esta.

Y pensar que le quedaba cine todavía como para rodar esa maravilla que es "Érase una vez en América".

Discrepo del Sr. Alberich, la trilogía del dólar tiene un valor seminal pues un italiano loco apoyado por una panda de tunantes españoles y alemanes, logran crear un nuevo lenguaje del western. El año pasado se publico un libro de fácil e interesante lectura sobre las peripecias de Eastwood en España y sobre el rodaje de la trilogía en general: "Eastwood. Desde que mi nombre me defiende" de Francisco Reyero (https://www.elconfidencial.com/cultura/ ... o_1372478/).

Sin embargo, creo que "Once upon a time in the West" es una película mucho más redonda; en mi modesta opinión, uno de los más grandes westerns de la historia del cine. Ya lo han mencionado otros foreros, pero Fonda está inmenso en un papel "imposible" para su imagen hasta ese momento, Bronson demuestra que algún día estuvo para algo más que para dar mamporros, cierto que su personaje es un remedo del hombre sin nombre de la trilogía, pero en ningún momento te acuerdas de Clint; Jason Robards absolutamente extraordinario, y creo que Cardinale nunca estuvo más guapa. Todo el filme en sí es soberbio, la fotografía, el desarrollo de la trama, la utilización de leiv motivs musicales..... todo

Recuerdo que la primera vez que la vi fue en New Jersey con un grupo de universitarios que parecíamos sacado de un chiste: un checo apátrida, un judío neoyorquino, un italoamericano de Jersey, un Hindú del sur de la India y un gallego..... en torno a una pequeña pantalla de TV, con una cinta de VHS y una botella de bourbon Wild Turkey; quizás por eso es una película tan grande para mi

Once upon a time in the West es una película manierista en exceso. Leone se recrea con exageración en los hallazgos visuales y narrativos de las tres películas precedentes y, a pesar de su valor --que lo tiene (no vayan a pensar que a mí no me gusta)--, sobrevuela un tono algo pedantesco a lo largo de todo su metraje. Es cierto que también tiene un hálito poético mucho mayor que la trilogía del dólar, que podríamos situar en un contexto de más "puro" western y de aventura.

Yo estoy más con Alberich. "Hasta que llegó su hora" es una película muy estimable con una Cardinale fascinante (en realidad, es la que hace que no me aburra ), pero se hace pesadita sí, y pedantita, también. Eso de uno de los mejores Western de la historia me parece exageradísimo. A ver si ahora se va a poder comparar con "El hombre que mató a Liberty Valance", "Centauros del desierto" o "Fort Apache" etc, etc..., pero es que tampoco, por ejemplo, con "Los cuatro hijos de Katie Elder" o "El poker de la muerte", magníficos western del denostado Hathaway que hacía cine a lo clásico, sin pedanterías, ni abigarramientos, contando una historia con ritmo y sentido narrativo, no mirándose el ombligo y gustándose a si mismo, encantado de haberse conocido.

A mi "Hasta que llegó su hora" no me parece pedante, la verdad.

Yo le tengo más cariño a "La muerte tenía un precio"

Sin negar las calidades de todo un Fonda, de Robards, de la Cardinale, que siempre me ha fascinado desde su entrada en el salón en "El gatopardo"

Yo soy de los que estudiamos instituto y carrera escuchando al Butano y luego a Pumares y éste siempre decía qué rollo "Hasta que llegó su hora", se tirán toda la película (3 horas, ojo), mirándose.

De todos modos y lo digo como broma cariñosa, con el nick de Siegfried no me extraña que adore esta inacabable película

Bueno, es que eso sí que son palabras mayores. Y añadamos: La diligencia, Río Rojo, Eldorado, Misión de audaces, Solo ante el peligro... Yo tampoco pondría "Hasta que llegó su hora" dentro de los 10/20 mejores westerns de la historia. Más importantes --por las razones expuestas (= inicio del "spagetti western")-- me parecen las pelis de la trilogía. Pese a todo, creo que es una buena película.

Y "Raíces profundas", "El sargento negro", "El hombre de Laramie", "Horizontes de grandeza", "Horizones lejanos", "Murieron con las botas puestas", "El forastero", "Pradera sin ley", "El hombre del Oeste", "Veracruz"...

La mejor, en mi opinión, de la trilogía del dólar es El bueno, el feo y el malo: tres personajes solidísimos, una historia muy bien construida, una puesta en escena sensacional y un espectáculo muy entretenido, teniendo en cuenta lo extenso del metraje. Luego pondría La muerte tenía un precio (ese coronel Mortimer y la memorable presentación de El Manco) y finalmente Por un puñado de dólares (con la sensacional escena del caballo enfadado).

“Centauros del desierto”, “Rio Bravo”, “Grupo salvaje”, “Sin Perdón”... excelentes westerns todos ellos. Magníficos, irrepetibles... sublimes, tal vez.
Sin embargo, por encima de ellos, un peldañito tan sólo, se encuentra en mi particular santuario cinéfilo esta inconmensurable obra maestra. Un 10. Sin paliativos.
“Once upon a time in the west” me marcó de adolescente. Como a una res. A sangre y fuego. Y me proporcionó los rudimentos suficientes para convertirme en recalcitrante cinéfilo hasta el fín de mis días.
La exigua carrera cinematográfica de Sergio Leone constituye un modélico ejemplo de evolución cualitativa. El italiano superaba película tras película las expectativas creadas por su propio público forjando trabajos de cada vez mayor envergadura. Tras finiquitar la trilogía del dólar, Leone decidió oficiar la extremaunción definitiva del spaghetti-western. Pero en lugar de optar por la vía rápida y pegarle dos balazos como cualquier cowboy que se precie haría con un caballo malherido, el gran Sergio decidió escenificar una lenta y agónica danza de la muerte. Para ello contó con la inestimable colaboración de un amigo de la infancia, el insigne compositor Ennio Morricone, sin el cual ese efecto multiplicador que comenta Tomine nunca hubiera sido posible.
Recomiendo a todos aquellos que jamás hayan experimentado el tan cacareado “efecto Stendhal” a que disfruten y paladeen este film. Sin nervios. Sin prisas. Degustándolo plácidamente. Secuencias como la llegada de Jill a la estación de Flagstone o el duelo final entre Harmónica y Frank son, además de antológicas, excelentes testimonios que constatan de qué manera pueden estimularse sensibilidades tan burdas y cavernarias como la mía."

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