Me ha gustado "Muerte en el Nilo" y ya conozco las dos versiones anteriores.
No es ninguna copia.
Me informo: he leído que Ridley Scott prepara secuela de "Blade Runner".

Tras varios meses sin utilizar ese artilugio plano (en muchos sentidos) llamado televisor, ayer me decidí a desempolvarlo. Necesité varios minutos en encontrar el mando a distancia, un cuarto de hora en dar con las instrucciones de uso y algo más de media hora en sintonizar los canales. No me dediqué a borrar la morralla porque si no se iba a convertir en un partido de Nadal. Así que elegí la cadena que me habían informado y vi el remake de Asesinato en el Orient Express.

Calco casi exacto de la película de 1974, con pequeñas e irrelevantes diferencias. Si no se ha visto la original puede resultar interesante; si se conoce, es decepcionante. El único interés radica en ver si hay algo nuevo. Pero no. O al menos no lo percibí en mi lucha por intentar seguir la trama.

Independientemente de sus acertadas apreciaciones (yo no he visto ni he querido ver este remake y me he quedado con el molde del trailer), el señor Branagh no da, ni por asomo, la imagen del imperecedero detective belga, por mucho que pretenda que nos fijemos en su espectacular bigote. Es cierto que el gran Peter Ustinov tampoco daba la imagen que nos hacíamos todos según las novelas de la escritora inglesa, pero al menos su particular flema y su extraordinaria vis cómica nos hacían "comprar" el personaje.

De hecho, me costó creer que fuera Branagh. Y una vez que lo identifiqué fijándome más, lo creí menos.

El mejor Poirot es Albert Finney en la versión de 1974 dirigida por Lumet de Asesinato en el Orient Express. Ustinov también es preferible, desde luego, a Branagh, que ha vuelto a interpretarlo, sencillamente, porque su versión de Orient Express, inferior a la de Lumet, ha tenido mucho éxito en taquilla.

De los Hercule Poirot en pantalla yo reseñaría al de la serie televisiva de la cadena ITV británica, de larga duración (1989-2013), que entronizó al actor inglés Sir David Suchet. Desde luego que Finney es evidentemente un actor insuperable y en esa película desbanca a cualquiera (una pena que no quisiera continuar con el rol en subsiguientes films, por lo que se echaría mano de Ustinov). Suchet es más que competente y consigue una caracetrización estupenda del personaje.

"The Thomas Crown Affair", en España "El caso Thomas Crown", fue una estupenda película de 1968, dirigida por el eficaz Norman Jewsion con guion original de Alan Trustman, agraciado por la presencia de dos actores tan legendarios, atractivos y elegantes como Steve McQueen y Fay Dunaway; ganaría el Oscar a la canción "The windmills of your mind" compuesta entre otros por Michel Legrand (nominado a mejor banda sonora). Quien no recuerde la partida de ajedrez entre los protagonistas es que no ha visto la película. En 1999, el artesano John McTiernan firmaría un remake con el mismo título pero llamado en nuestro país "El secreto de Thomas Crown", basado en el guion de Trustman, desvirtuado en su esencia y subvertido en su desenlace hasta un nivel no apto para diabéticos; Pierce Brosnan y Rene Russo intentan ponerse en los zapatos de sus predecesores sin éxito alguno, por muy guapos que sean.

¿Se han nombrado "À plein soléil" y la posterior "El talento de Mr. Ripley"?

No, señora mía. ¡Adelante!

Este marzo se cumplirá medio siglo (!) del lanzamiento comercial de una película de la que -me atrevo a asegurar- no se hará nunca un remake, porque es, sencillamente, perfecta: "El Padrino", de Francis Ford Coppola, en la que solamente una conjunción astral insólita y feliz pudo producir esta auténtica maravilla. Cien veces vista y cien veces disfrutada, uno no se acostumbra ni se cansa con ella porque no hay interpretación, secuencia o fotograma al que achacarle falta alguna. Es como contemplar el techo de la Capilla Sixtina o escuchar la Novena de Beethoven. Perdón por el entusiasmo y la exageración.

"El talento de Mr. Ripley" está bien, "Plein soleil" es una maravilla.



Es perfecta, las dos primeras lo son. No me parece exageración ninguna.

Exactamente; me lo quitó del teclado. De hecho, la novela de Highsmith añadió "A pleno sol" y fue titulada así en muchas ediciones.
Servidora tiene una manía inmensa a los mafiosos; me veré en un rato ese "Padrino". Veremos.

La conmoción producida por la guerra en Ucrania me ha traído a la memoria "La carga de la Brigada Ligera", película dirigida por Michael Curtiz en 1936 e interpretada por la más famosa pareja del momento: Errol Flyn y Olivia De Havilland; la cinta es una exaltación romántica del heroísmo, típica de aquellos tiempos. En 1968 Tony Richardson haría otra con el mismo título (en España se llamaría "La última carga") desde una perspectiva mucho más rigurosa con los hechos históricos, crítica y sarcástica, junto a un lujoso plantel de actores encabezados por Trevor Howard, inmenso en el papel de Lord Cardigan al frente de la famosa carga en Balaclava durante la Guerra de Crimea. ¿Les suena? Porque ahora, tras haberse anexionado "manu militari" esa península, los rusos quieren todo el pastel. "Nihil novum sub sole"...

A mí me encanta la del 36, inspirada también por la rebelión de los cipayos. La carga final con Flynn y otros jinetes de su unidad lanceando al malvado Surat Khan, es una escena fantástica.

Por supuesto, no tiene nada que ver con la realidad histórica. En eso, la del 68 es mucho mejor. También es bastante más aburrida, sin ser tampoco una mala película.

Exactamente; me lo quitó del teclado. De hecho, la novela de Highsmith añadió "A pleno sol" y fue titulada así en muchas ediciones.
Servidora tiene una manía inmensa a los mafiosos; me veré en un rato ese "Padrino". Veremos. [/quote]

Yo con el tiempo las he aborrecido un poco, las historias de traiciones, códigos, poder y caídas... Pero El Padrino es otra cosa, a mi me parece perfecta.