Bueno, pues empezaré a verla. Si es un truño a otra cosa, pero la daré una oportunidad.

A ver cómo resuelven la escena entre Robert Donat y Madeleine Carroll atados juntos... Imagino que el erotismo será más explícito

Si bien no son remakes en sentido estricto, voy a mencionar cuatro películas que tratan el mismo tema: el enfrentamiento de los Earp y los Clanton en Tombstone. Filmes dirigidos por John Ford (My darling Clementine, 1946), John Sturges (Gunfight at O.K. Corral, 1957), George Cosmatos (Tombstone, 1993) y Lawrence Kasdan (Wyatt Earp, 1994). Todas las cintas son muy disfrutables y en todas ellas hay elementos sobresalientes a resaltar. Los héroes "buenos" son magníficos como Henry Fonda o Burt Lancaster o, en su defecto, bastante adecuados, como Kurt Russell o Kevin Costner. Con excepción de Victor Mature (no sé como Ford permitió que se lo colaran), los mortíferos y tísicos dentistas de Doc Holliday son excelentes, salvando las distancias, claro: Kirk Douglas, Val Kilmer y un Dennis Quaid literalmente en los huesos.

Pues es verdad. Me lie.
Errar es de humanos, rectificar de sabios.
Hay otra, allá por los 60.

Dos westerns más, que esta vez sí son remakes: el de "3.10 to Yuma" de James Mangold en 2007, pretende revisionar el clásico de medio siglo antes en 1957 dirigido con el temple y el sentido del ritmo narrativo de Delmer Daves, por no hablar de la química entre Glenn Ford y Van Heflin (y la inolvidable canción de Frankie Lane), que deja en bastante mal lugar las muy buenas intenciones de Russell Crowe y Christian Bale. Y "True grit" (Valor de ley) de 2010, de los hermanos Coen, que reinterpreta (si esa es la palabra correcta) la historia narrada por un tal Henry Hathaway en 1969, con un John Wayne que ganaría su único Oscar por su interpretación del tuerto Rooster Cogburn. El remake no es malo en absoluto, dentro de su pesimismo y de la evidente calidad de su elenco, encabezado por Jeff Bridges, que sería también nominado, sin ganarla, a la dorada estatuilla.

Salvo por alguna parodia e imitadores a tutiplén (el Flint de James Coburn o el Helm de Dean Martin), hasta la franquicia de 007 ha tenido su remake por un lío de guiones que llegaría a los tribunales. "Never say never again" es una réplica de "Thunderball", del siempre competente Terence Young en 1965. En esta ocasión, Irving Keshner dirige a un cincuentón Sean Connery en su séptima y última aparición como Bond, James Bond. La película, de 1983, para más inri se sacó el mismo año que "Octopussy" (sí, Despinetta, con el villano más guapo: Louis Jourdan); y cuenta en mi opinión, con el mejor malo de toda la saga, Carl Maria Brandauer, y una mala histérica: Barbara Carrera. Aún así, la cosa no terminó de funcionar.

El pueblo de los malditos dirigida por Wolf Rilla en 1960 con George Sanders. Excelente película de ciencia ficción. Todas las mujeres de una pequeña localidad se van quedando embarazadas "por divina concepción". Inenarrable la mirada inquietante del niño cabecilla.

Remake en 1995 con Kirstie Alley y Christopher Reeve (Supermán) bajo la dirección de John Carpenter.

La primera magnífica. La otra claramente inferior, pero digna.

No, no crean que en esto de los remakes se van a salvar los de nuestro suelo patrio y celtibérico: Empezando por "Morena Clara", en su primera versión de 1936, estrenada durante la II República justo antes de la guerra civil y dirigida por Florián Rey, con nada menos que Imperio Argentina de protagonista principal; el remake, de 1954 ,sería dirigido por Luis Lucia e interpretado, cómo no, por Lola Flores. Típicos tópicos salidos de la pluma de Antonio Quintero, con una pareja de gitanos (en la primera, hermanos, y en la segunda, tío y sobrina) que roban jamones, sigue un juicio surrealista y termina con un sieso de fiscal enamorado de la acusada... Para qué quieren más.

No hemos citado las muchas versiones de la novela de Anthony Hope "El prisionero de Zenda", incluidas alguna muda como la protagonizada por Ramón Novarro.

Las dos más destacadas, magníficas películas ambas, modelo de cine de aventuras, son la dirigida en 1937 por John Cromwell con Ronald Colman, Madeleine Carroll y Douglas Fairbanks junior como Rupert de Hentzau.
La otra, en glorioso tecnicolor, protagonizada por Stewart Granger, Deborah Kerr y un monumental James Mason como el cínico Hentzau, rodada en 1952 bajo la dirección de Richard Thorpe. El duelo a espada entre Granger y Mason cumbre cinematográfica junto con el del propio Granger y Mel Ferrer en Scaramouche.

Por cierto, echamos de menos las valiosas aportaciones del forero Rupert de Hentzau.

En efecto, un servidor esperaba con ansia que nuestro conde contribuyera precisamente con la mención de este "su" remake y en el que Mason hace una creación imperecedera, figurando en esa lista de los villanos que hasta caen simpáticos. Creo sinceramente que la atmósfera creada por Thorpe está más lograda que la de su antecesor, si bien está claro que sigue muy de cerca sus pasos y fotogramas. Y no olvidemos a la gran Jane Greer y al cojitranco de Robert Douglas.

Las "Mujercitas". Hay unas cuantas.

Una película que me gustó mucho en su momento fue Locura de amor, con dos grandes interpretaciones de Aurora Bautista y el gran Fernando Rey, acompañados por un elenco de secundarios de lujo. Hace mucho que no la veo, no sé cómo habrá caído el paso del tiempo. Más en mí que en la película. Poco antes de abandonar las salas de cine vi Juana la Loca, que me defraudó completamente, tanto el argumento como su desarrollo, y no digamos ya las actuaciones de la entonces ensalzada Pilar López de Ayala y un italiano (¿Sbaraglia?) al que se le entendía poco.

Daniele Lotti se llamaba el intérprete de Felipe el Hermoso y creo que estaba doblado. Leonardo Sbaraglia es argentino.

Con sus cosas y reparos propios de la época, a mí me sigue gustando mucho Locura de Amor de Juan de Orduña. Los actores magníficos, además de los citados Aurora Bautista y Fernando Rey, una bellísima Sara Montiel con 19 años haciendo de malísima y Juan Espantaleón anunciando la entrada de la Reina Juana con la relación de todos sus títulos en las cortes de Castilla.

Un lujo.
Los secundarios de las películas españolas en blanco y negro son como los de las de (!) dibujos animados de Disney: un lujo que las engrandece.

Pues para ser argentino y subtitulado la dicción la recuerdo muy floja. Y la de ella, otro tanto de lo mismo.
De la película de 1948 recuerdo que me puso los pelos de punta el final, paseando el féretro mientras pedía a la gente que no lo despertase.

No se entera, amigo Tip: Daniele Lotti es ITALIANO, no argentino y, por supuesto, había que doblarlo. "Locura de Amor," del inefable Juan de Orduña, es una (buena) película publicitaria de la Dictadura, lo mismo que "Alba de América" o "La princesa de los Ursinos" -cuente usted cuantas veces se pronuncia en el film la palabra "España"- mientras que la de Vicente Aranda, que no es una maravilla efectivamente, intenta acercarnos a la atribulada existencia de una reina que nunca llegó a reinar pero que tampoco dejó de ser reina. Entre el astuto padre, el ambicioso marido, las divididas familias castellanas y el hijo, le hicieron la puñeta a la pobre mujer.